Un relevamiento realizado por estudiantes de Medicina también detectó que un alto número tiene patologías mentales.
Un grupo de estudiantes de Medicina realizó un relevamiento para conocer las condiciones de salud de las personas en situación de calle. El objetivo es acercarlas al sistema sanitario, y que puedan realizar un tratamiento. Los resultados mostraron que un 80 por ciento padece patologías mentales, y el 75 por ciento, “consumo problemático de sustancias”.
Los estudiantes también comprobaron que el 18 por ciento padece hipertensión arterial, el 15 por ciento diabetes, y el 12 por ciento presenta problemas traumatológicos.
La actividad fue organizada por la agrupación Empoderar para Transformar, que planteó la propuesta a la Facultad de Ciencias Médicas, de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Esta fue recibida por la Secretaría de Extensión Universitaria, que convocó a estudiantes y a médicos recién recibidos, para que participen como voluntarios de la iniciativa.
Durante tres semanas, 55 estudiantes y 12 médicos salieron a las calles para realizar historias clínicas de personas que, por sentirse excluidas, no acuden al sistema público de salud. La mayoría padece patologías crónicas y muy pocos están haciendo algún tratamiento.
En total hicieron 250 historias clínicas. Recorrieron los refugios abiertos en la ciudad para personas en situación de calle, y la zona de la Terminal de Omnibus y algunas cuadras del centro. Si bien no llegaron a completar la totalidad de las personas, sí obtuvieron un panorama de la situación sanitaria en que se encuentra la mayoría de quienes no tienen un hogar.
El próximo paso es conseguir voluntarios que puedan acompañar a estas personas a un hospital o centro de salud para que comiencen los tratamientos que necesitan.
Resultados
Dentro de las 250 historias clínicas, los médicos y estudiantes encontraron que el 7 por ciento padece escabiosis (sarna humana); el 18 por ciento hipertensión, el 15 por ciento diabetes, el 75 por ciento tiene problemas de consumo problemático de sustancias legales e ilegales y el 80 por ciento tiene alguna patología del área de la salud mental.
A su vez, comprobaron que algunas personas que duermen en la estación de colectivos sufren de edemas en los miembros inferiores por dormir sentadas. A la vez, encontraron que el 12 por ciento de los encuestados tiene problemas traumatológicos, como dolores de cadera, fracturas mal soldadas y artrosis.
Sin prejuicios
Uno de los organizadores de la actividad, y miembro del grupo Empoderar para Trasformar, Joel Gelvez, contó que “fue una experiencia muy rica para todos, porque a los estudiantes de medicina les ayudó a sacarse los prejuicios y acercarse a personas que necesitan atención sanitaria”.
Los voluntarios de la organización civil fueron quienes abrieron camino. Cada uno de ellos acompañó a un grupo de estudiantes para entablar la conversación con las personas en situación de calle, que ya los conocen porque son ellos los que durante la semana les llevan un plato de comida caliente.
“Nosotros ya tenemos un vínculo y esto es clave, porque si no nadie te cuenta lo que le pasa”, explicó Joel.
En tanto, desde la facultad estudian la posibilidad de seguir colaborando en este tipo de acciones que suma valor a los estudiantes que a la vez realizan un trabajo social indispensable que el Estado no cubre.
Los jóvenes que buscan empoderar para transformar
Empoderar para Transformar (EPT) es una organización no gubernamental integrada por un grupo de estudiantes en la ciudad de Rosario.
Busca promover la salud y prevenir enfermedades incentivando la construcción del conocimiento por parte de la comunidad, a través de talleres, acompañamientos, charlas informativas y actividades lúdicas.
“Empoderarse es tomar las riendas de la vida, protagonizarla, luchar por garantizar nuestros derechos, reinventarse, quererse, construir y proyectar; un transitar por un camino lleno de obstáculos, un camino difícil, pero lejos de ser imposible”, explican en su página de Facebook.
Entre otras actividades escuchan y acompañan a las personas en situación de calle y buscan acercarlos al sistema público de salud. También realizan talleres educativos en los refugios.