El ex jefe de la Policía Federal de Santa Fe, Mariano Valdés, fue detenido por incumplimiento de deberes de funcionario público. También fue apresado el subcomisario Higinio Alberto Bellagio, en el marco de la misma causa. Esta medida de la Justicia provincial se da en el contexto de la investigación del confuso hecho en el que Valdés resultó baleado cuando viajaba por la autopista Rosario-Buenos Aires.
Valdés había sido apartado de su cargo este jueves por la Policía Federal Argentina. La decisión alcanzó también a la suboficial Roxana González, quien iba como acompañante del Ford Focus al momento del hecho. En lugar de Valdés fue designada Roxana Raquel Romero como jefa de la delegación de la ciudad de Santa Fe, según el boletín interno de la fuerza federal.
La Tropa de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía de Santa Fe detuvo a Mariano Valdés y al subcomisario Higinio Alberto Bellagio, en ambos casos por incumplimiento de deberes de funcionario público.
En el Centro de Justicia Penal de Rosario, el fiscal Matías Edery de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, brindaba información en relación a la causa en la que resultó herido Mariano Valdés.
Las historias
Hacía cuatro meses que el comisario Mariano Valdés estaba al frente de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal. Había asumido en lugar de Marcelo Lepwalts, quien con su segundo quedaron procesados en mayo por favorecer a un narco. El lunes 9 de septiembre, Valdés volvía de un curso de ascenso desde la Capital Federal a la sede la fuerza federal en la ciudad de Santa Fe por la autopista Rosario-Buenos Aires. En el camino, pasó a buscar a la suboficial Roxana González por su casa en San Antonio de Padua, ya que también trabajaba en la misma dependencia. Ya era de noche cuando Valdés paró al costado de la autopista a la altura del acceso a Villa Constitución. Los ocupantes de una camioneta hicieron lo mismo detrás del auto. El comisario los conocía, se bajó y empezó a charlar. Pasaron unos minutos y, en el intercambio de palabras, algo pasó: los recién llegados desenfundaran sus armas y abrieron fuego. Valdés los imitó, trató de repeler el ataque. Retrocedió a los tiros y siguió gatillando dentro del Ford Focus oficial en que había llegado hasta que los atacantes se fueron. Valdés arrancó el auto y manejó hasta la estación de servicio YPF que está a la altura de Fighiera y de ahí fue trasladado en ambulancia hasta un centro de salud de Arroyo Seco para luego quedar internado en el sanatorio Mapaci de Rosario por un disparo en la ingle y otro en el brazo, del lado derecho.
Esta fue la secuencia que reconstruyeron las fiscales Eugenia Lasciarandare y Natalia Benvenuto con su par Matías Edery, de la Unidad de Delitos Complejos, y que dieron a conocer este viernes por la tarde en una conferencia de prensa. Para esa hora ya se sabía que el personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) había allanado la sede de la Federal en la capital santafesina y había apresado al ya desplazado de su cargo Valdés y a su segundo, Higinio Bellaggio, porque no sólo había estado en la escena sino que también la había modificado.
Valdés, de 51 años, declaró tres veces. En todas dijo que paró a tirar yerba del mate y que tres encapuchados se bajaron de una camioneta, que se estacionó a la par, y le dispararon en lo que calificó como un “robo al voleo”. También contó que había sido en el acceso a la localidad de Pavón. Lo mismo dijo la joven suboficial en su primer testimonio. En esa zona personal de Gendarmería halló yerba y restos de vidrios polarizados. Después se conoció que no correspondían al Ford Focus oficial pero sin identificación que manejaba Valdés.
El auto tenía siete impactos en el costado del lado del conductor y también en la luneta trasera. Adentro, hallaron diez vainas servidas calibre 9 milímetros, que luego se determinó correspondían al arma reglamentaria de Valdés.
El jueves 12, a cuatro días de la balacera, los investigadores dieron con el lugar del hecho a la vera de la autopista Aramburu, cerca del acceso a Villa Constitución. Hallaron fragmentos de vidrios polarizados y cinco vainas servidas, de las cuales los investigadores aún esperan los resultados de las pericias comparativas para saber si pertenecen a alguna de las armas reglamentarias de los policías o a terceros, dijeron voceros judiciales.
“De carácter mafioso”. Y al final era verdad
En estos once días que pasaron desde la balacera contra el comisario hubo muchas hipótesis y versiones. La primera en hacer una valoración fue la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien dijo que era un hecho “de carácter mafioso”, en referencia a que los atacantes se relacionaban con bandas narco que atacaron al comisario por sus investigaciones.
En la tarde de este viernes, el fiscal Edery indicó que de las declaraciones recabadas y los resultados de las pericias sobre la trayectoria de los disparos se ubicó a Valdés detrás del auto –y no al costado, como había declarado–. También refirió que el comisario conocía a las personas que se bajaron de la camioneta. El fiscal no indicó qué fue lo que salió mal en esa reunión y dejó la puerta abierta a la especulación sobre lo secreto del encuentro. “Pudo ser una transacción que terminó mal”, arriesgó una fuente del caso.
A esto se sumó la participación del otro jefe detenido este viernes: Higinio Bellaggio. En la conferencia de prensa, el fiscal Edery explicó que el “motivo del allanamiento a la sede de la Policía Federal, la requisa al auto particular de Valdés y la detención de su segundo se debió a una serie de inconsistencias en sus declaraciones e incumplimiento de los deberes de funcionario público que se fueron detectando en el transcurso de la investigación y que se puntualizarán en la audiencia imputativa”.
Para la Justicia provincial, la participación de Bellaggio se basó en que detectaron que tras la agresión el subjefe de la Policía Federal de la ciudad de Santa Fe –quien antes fue jefe de la Delegación Rosario– se presentó en el lugar de la balacera y que luego descubrieron que “faltaron elementos y evidencias de la escena del hecho. En esta situación habrían participado diversos miembros de las fuerzas federales de los que fueron identificados ellos dos (por Bellaggio y Valdés)”, dijo el fiscal para explicar la orden de detención de ambos este viernes al mediodía en la sede la Policía Federal de la ciudad de Santa Fe.
Las otras hipótesis
La primera declaración judicial que hizo la suboficial González, de 27 años y con tan sólo ocho meses en la fuerza, fue este miércoles en el Centro de Justicia Penal. Se había excusado de presentarse porque había quedado afectada por el hecho, pero lo cierto es que por la mañana de ese día personal de la Policía de Investigaciones provincial ya había viajado a Buenos Aires para llevarla a declarar por la fuerza pública.
Lo cierto es que algunas versiones indicaron que, en estos días, tres colegas habían ingresado sin orden oficial a su vivienda en el oeste del conurbano bonaerense y no fue menor el detalle de que a la hora en que tenía que declarar dos uniformados de la Federal se presentaron en el Centro de Justicia Penal de Rosario.
Si bien no trascendió todo lo declarado ante los fiscales, se supo que la suboficial echó por tierra la tercera hipótesis que daba cuenta de un tiroteo con su jefe, dentro del auto, por una pelea en el marco de una relación amorosa.
El fiscal indicó que está prácticamente descartada esa hipótesis y agregó que, en principio, la uniformada no tuvo ninguna participación. “La suboficial estaba siendo trasladada a la sede de la dependencia en la ciudad de Santa Fe. Ella está presente en el lugar, es testigo y pudo haber sido víctima de algunos de los proyectiles”, remarcó Edery.
Este jueves fue citada la esposa de Valdés para que diera cuenta del contexto de vida de su esposo. La mujer también negó que haya habido una relación entre su esposo y la suboficial.
En ese marco, la fiscal María Eugenia Irribaren, de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, indicó que la audiencia imputativa donde se conocerán tanto los delitos que se le imputarán a los policías y otros resultados de las pericias se realizará el próximo lunes en la Fiscalía de Villa Constitución.
Desplazamientos, nueva jefa y allanamiento
Para este miércoles ya había perdido la categoría de hipótesis principal la del ataque mafioso: por la tarde el juez federal Nº 3 de Rosario, Carlos Vera Barros, rechazó un pedido de un fiscal para que el expediente pasara a ese fuero y fuese investigado como un “atentado a la autoridad”. A la par, también comenzó a descartarse el “robo al voleo” que había alegado en sus tres declaraciones el comisario.
Pasadas las 21, la ministra de Seguridad de la Nación escribió en su cuenta de Twitter: “iLa verdad no se tapa! Este mentiroso disfrazado de policía será removido inmediatamente de la institución. La pericia confirmó que el comisario Valdés de la PFA no sufrió un intento de robo sino que el disparo fue desde adentro de su vehículo”.
En la mañana del jueves 19, la ministra contó que aplicó la misma sanción para la suboficial y por la noche el boletín de la fuerza publicó el pase a disponibilidad del comisario y su subordinada, eyectada esta última pese a que para la Justicia provincial esta última sólo sea una testigo.
Este viernes también se conoció la designación de Roxana Raquel Romero como jefa de la delegación de la ciudad de Santa Fe en lugar de Valdés.
Lo que no trascendió fue si en su primer día a cargo de la Delegación Santa Fe Romero tuvo que presenciar el allanamiento que personal de la TOE realizó este viernes al mediodía en el edificio de San Martín 3300, lugar donde fueron apresados Valdés (quien había sido desplazado oficialmente de su puesto 24 horas antes) y Bellaggio.