Pidió disculpas por haber llegado tarde a la tradicional oración dominical del Ángelus.
El Papa Francisco llegó tarde a la tradicional oración dominical del Ángelus, por un incidente que no estuvo en sus planes.
El Sumo Pontifice se quedó encerrado en uno de los ascensores del Vaticano y tuvo que ser rescatado por bomberos.
Cuando finalmente salió ante la multitud que lo esperaba ansiosa, pidió “disculpas por la demora” que lo retrasó.
“Tengo que disculparme por llegar tarde. Estuve encerrado en un ascensor durante 25 minutos debido a un corte de energía, pero luego vinieron los bomberos”, analizó, como siempre, sonriente.
El Sumo Pontífice de 82 años después agregó: “Un aplauso al servicio de bomberos”. Y todos los presentes hicieron caso a su pedido.
Además de la preocupación de toda la multitud, los medios italianos también reflejaron la incertidumbre ante lo que ocurría, dado que esto no suele suceder. El Papa Francisco llegó a la cita siete minutos tarde.
Incluso, algunos deslizaron la posibilidad de un problema de salud: durante su juventud, el Papa perdió parte de un pulmón y aún tiene muecas de dolor.
Pese a su edad, el Sumo Pontífice siempre se caracterizó por su gran sentido del humor, sobre todo con lo que refiere a San Lorenzo de Almagro, club del cual es hincha, y su relación con los más pequeños.
Hace unos días, mientras se dirigía a los fieles en la audiencia que lleva a cabo en la sala Pablo VI los miércoles, una niña se posó delante de él e interrumpió su discurso.
Se sentó y aplaudió en frente de Bergoglio y éste dejó que la joven actúe. “Déjenla tranquila. Dios habla a través de los niños”, afirmó.