Los compañeros de Cecilia Burgadt todavía no pueden entender cómo la enfermera no está en su lugar de trabajo, la recuerdan como una persona “feliz” y que siempre luchó para salir adelante.
Nilda Aragón, jefa de enfermeros en la sala II de terapia intermedia en el Hospital Cullen dijo en Radio EME que están “tristes, fue un impacto que no esperábamos. Ella estuvo trabajando con nosotros el viernes y no podemos entender, no cabe en nuestra mente que no esté con nosotros”.
“Me apoyo en la fe y esperanza que hay que seguir adelante y pedirle a Dios la bendición sobre sus hijas que son jóvenes y en este tiempo se quedan solas”, continuó Aragón.
Sobre su compañera de trabajo, sostuvo que “era buena, caritativa y amable. Siempre dispuesta para ayudar a la gente. Ella estaba feliz y contenta, el viernes vino a la guardia e hizo doble turno. Nos contó que hacia 4 meses tenía una pareja nueva y quería que la conociéramos”.
En sus últimos momentos dentro de la guardia del Cullen, comentaron que Cecilia tenía licencia planificada y había dejado los horarios programados. “Se fue tranquila a hacer un trámite, ella iba a adquirir un auto, siempre la lucho por sus hijas y siempre salió adelante”, recordaron.
Abrazo simbólico
En apoyo a toda la comunidad hospitalaria a las 10 de la mañana se realizará un abrazo simbólico a modo de homenaje en el hall central del Hospital Cullen “para que la justicia se haga pronto”.