Según denunciaron los jóvenes, el hecho ocurrió durante la madrugada en el barrio porteño de Almagro, después de que salieran de una fiesta. Mientras caminaban tomados de la mano, un grupo de aproximadamente siete chicos se les acercó para perseguirlos, y mientras los corrían, los empezaron a insultar y a tratar de “pu…”.
Como la pareja se sintió con miedo, empezaron a correr hasta que llegaron a la intersección de las calles Córdoba y Bulnes, donde debieron frenar porque el semáforo estaba en rojo. “Ahí fue cuando volteé la cabeza y me llegó una patada en el ojo. Yo quedé en shock y Luis me tomó del brazo para que corriéramos”, dijo a la agencia Presentes Henrríquez.
“Después de darme una patada en la cara, se rieron de nosotros y empezamos a correr. Si hubieran querido robarnos, lo podrían haber hecho. No lo hicieron porque solo querían hacernos daño”, se lamentó.
Según el joven, a quien la patota golpeó, esta es la primera vez en toda su vida que los agreden, y no tiene ninguna duda de que se trata de un hecho de discriminación por ser homosexual. “La intención fue odiante. Nos persiguieron, nos gritaron y tuvieron la intención de acorralarnos”, aseguró.
Ese mismo sábado, pero a la tarde, la pareja se dirigió hacia la Comisaría Nº5 de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, donde radicaron una denuncia que finalmente fue tipificada como “lesiones leves”.
Según contaron los chicos, en el lugar preguntaron si no había alguna posibilidad de chequear las cámaras de seguridad de la zona para poder dar con los agresores, y los oficiales les indicaron que eso solo se podría hacer con una orden de la fiscalía. La causa está a cargo de Paulo Gaspani, titular de la Fiscalía Penal Contravencional y de Faltas 14 de la Capital Federal.
Esta no es la primera vez que se denuncia un hecho similar en la zona, ya que en un local de comida rápidas ubicado en Córdoba y Bulnes un joven fue golpeado también por ser gay. El agredido fue Jonathan Castellari, quien finalmente logró llevar su caso a la Justicia, lo que derivó en que los atacantes fueran condenados a tres años de prisión en suspenso.