Omar Odriozola, quien fuera jefe de la policía provincial desde febrero de 2013 hasta septiembre de 2015, fue imputado ayer por asociación ilícita y defraudación al Estado en el marco de una investigación que se inició en 2016 después de que una denuncia anónima que llegó al Ministerio de Seguridad de la provincia alertara sobre maniobras fraudulentas que se realizaban en el Departamento de Logística (D4) de la fuerza.
El ardid consistía en pagar facturas por reparaciones a móviles que nunca fueron realizadas, por lo que se birlaba el dinero del erario público en beneficio de los acusados. En la misma audiencia fue imputado quien fuera jefe del D4 en esa época, el comisario Hugo Miños. En tanto ya está acusado desde septiembre de 2017 el también ex jefe de la policía provincial, Rafael Grau, quien cayó junto a otros dos policías y cinco civiles.
La investigación se inició cuando el 4 de mayo de 2016 el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, recibió la carta anónima en la que se mencionaban las maniobras. El funcionario dio vista al fiscal Roberto Apullán, quien en septiembre de 2017 ordenó a Gendarmería Nacional allanamientos en talleres mecánicos (tres de Santa Fe y uno de Rosario). En los procedimientos también se requisaron oficinas de la Jefatura como de la Unidad Regional I, y se peritaron diez vehículos. La pericia indicó que en la mitad de las unidades no se había realizado ninguna de las reparaciones facturadas.
Como consecuencia de esa investigación, el 19 de mayo de 2016 fueron desplazados de sus cargos el jefe y subjefe del D4, José Leiva y Juan Barrios. En tanto, el 31 de marzo de ese mismo año el comisario inspector Rafael Grau había presentado su renuncia al cargo de jefe de la policía provincial. Posteriormente, en septiembre de 2017, Grau fue detenido en el marco de la causa y hoy está bajo prisión domiciliaria a la espera del juicio oral.