Así lo reflejó un informe de ISEPCI, que postula que la situación se siente con más fuerza en el Conurbano y la Capital Federal, algo que potencia la posibilidad de enfermedades crónicas y déficits de crecimiento
La malnutrición afecta a 4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes de barrios humildes de todo el país, lo que potencia la posibilidad de que padezcan enfermedades crónicas, así como déficits de crecimiento y de desarrollo psicosocial, deteriorando su calidad de vida, de acuerdo a un informe llevado adelante por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI).
El relevamiento ubicó al 43,34% de los chicos en una situación de “alta vulnerabilidad nutricional”, argumentando que ese nivel obedece al incremento de precios de alimentos básicos y la falta de empleo formal de muchos adultos, por lo que insistieron en que “existe una tendencia cada vez más común: reemplazar alimentos nutritivos por rendidores en los hogares más humildes”. De hecho, en el Conurbano la cifra trepa a 44,65% y en Capital Federal, crece hasta un aún más preocupante 52,34%.
“Así, baja la ingesta de proteínas, hierro, calcio y vitaminas, pero sube hidratos de carbono y grasas”, precisaron los autores del texto, que revela que, al contrario de lo que se piensa al hablar de malnutrición, el problema se da en los indicadores por exceso. Esto quiere decir que, del total de niños, un 21,07% padece sobrepeso; un 20,43% obesidad y un 1,84% sufre bajo peso. “Está comprobado que los aumentos excesivos de masa grasa desde los primeros meses de vida predisponen sobrepeso y obesidad en la infancia y adolescencia”, alertaron desde ISEPCI.
“Esto deja en evidencia la existencia de problemas crónicos y estructurales en buena parte de la población para acceder a alimentos nutritivos en cantidad y calidad necesarios. Causa una alta preocupación, ya que se trata de niños que atraviesan una etapa prioritaria y necesitan un aporte alimenticio rico en nutrientes”, explicaron.