En algunos años podrás adherirte un parche suave y elástico en el brazo que te indique si estás deshidratado; o si tus electrolitos están peligrosamente desequilibrados; incluso si tienes diabetes.
Los monitores de actividad como Fitbit y el Apple Watch ya dan seguimiento a los pasos dados, la frecuencia cardiaca y los patrones de sueño. Sin embargo, tienden a ser rígidos y aparatosos, y en su mayoría reúnen métricas mecánicas, en vez de evaluar la biología subyacente de una persona.
En cambio, una nueva generación de dispositivos tienen como objetivo analizar el sudor en busca de varios químicos a la vez, lo que produce datos instantáneos en tiempo real de la salud o la condición física del portador. Estos dispositivos también se colocan contra la piel y son cómodos para todos, desde bebés prematuros hasta personas de edad avanzada. Una versión ya aparece en la publicidad de Gatorade.
El equipo de Rogers ha comenzado a probar la tecnología como un método para detectar fibrosis quística, una condición genética poco común. Los médicos ya revisan las concentraciones de cloruro en el sudor para identificar a niños con la condición, pero típicamente usan un dispositivo rígido e incómodo que se ajusta de manera ceñida en el brazo del niño para tomar una sola medida.
En 2017, otro equipo describió un sensor flexible y ponible que también analiza el cloruro en el sudor para detectar fibrosis quística. Pero ese sensor es operado con baterías y no captura volúmenes separados de sudor como lo hace el dispositivo de Rogers.