Hoy por Canal Space se emitirá el último capítulo de la ficción que recrea la vida del campeón mundial y el femicidio de Alicia Muñiz.
Hoy la serie “Monzón” llegará a su final. Esta última entrega de la biopic que recorre la vida del ex campeón mundial de boxeo se emitirá a las 22 por Space, una señal que apostó a un nuevo formato de ficción y que salió airosa con una de las producciones más ambiciosas y exitosas del año.
En un rápido análisis de esta miniserie basada en un libro y registros reales, vimos que desde el comienzo se tomó sus licencias “ficcionales”, y que incluso fue blanco de las críticas por el escaso tratamiento que tuvo en la serie su vida deportiva.
Es que todo lo que rodea a un personaje popular siempre es más atractivo que sus propios logros. Y este fue el hilo conductor que propuso la serie, pues el foco estuvo puesto en el asesinato de su pareja, Alicia Muñiz, cosa que dejó en relieve la personalidad violenta de Monzón.
El guion coescrito por Francisco Varone, Leandro Custo, Gabriela Larralde y Gabriel Nicoli junto a la dirección de Jesús Braceras fue la clave para lograr una ficción que atrapara en cada capítulo.
Es que ningún detalle se dejó librado al azar: la recreación de época, el equilibrio entre lo ficcional y lo verídico, las interpretaciones de un elenco de lujo con Jorge Román, Carla Quevedo, Diego Cremonesi, Gustavo Garzón y Mauricio Paniagua, donde la joven Paloma Ker fue la gran revelación de la serie, y Florencia Raggi sorprendió con una notable actuación como abogada defensora. Todo dio como resultado un relato cargado de matices, que se mantuvo con tensión durante 12 capítulos, hasta terminar hoy con el 13.
El Carlos Monzón adulto (interpretado por Jorge Román) es tan inquietante como perturbador. En los dos últimos capítulos, la serie se centra en la relación de Monzón y Alicia Muñiz. Y sin ahondar demasiado en esos seis años de pareja, muestra cómo el hostigamiento, los celos y la violencia rodearon el vínculo del deportista y la joven modelo.
Hasta llegar a las horas previas en que Monzón se deberá sentar en el banquillo de los acusados, sin imaginar la pena que pide el fiscal de la causa, mientras afuera el circo mediático no cesa.
Así como el capítulo inicial fue atrapante, el final de la serie es escabroso y estremecedor.
Sin “spoliar”: en la última entrega, la serie logra con altura su cometido. Muestra a un Monzón cargado de ira, perdido en el alcohol, sin control de su carácter violento. Y en el medio, una reconciliación trunca que tiene el peor desenlace: la fatídica noche del 14 de febrero de 1988, cuando Carlos Monzón estrangula y mata a Alicia Muñiz.