En 1918 una fuerte gripe se extendió por varios países y mató a 50 millones de personas. Fue hace muchos años. Fue pandemia. Hoy, décadas después, las posibilidades de que algo así pueda volver a ocurrir crecen y preocupan porque pese al tiempo podrían ser igual de catastróficas. Quizá más.
De acuerdo con lo publicado por un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizado por expertos y funcionarios internacionales, “el mundo no está preparado” para afrontar una situación como aquella de hace un siglo. No. De hecho, si ocurriera, podría matar hasta 80 millones de personas en 36 horas y destruir así el 5% de la economía mundial, reproduce la cadena de noticias CNN.
“Durante demasiado tiempo, hemos permitido un ciclo de pánico y abandono cuando se trata de pandemias: aumentamos los esfuerzos cuando hay una amenaza grave y luego nos olvidamos de ellos rápidamente cuando la amenaza desaparece. Ya es hora de actuar”, indican los especialistas en salud, que además advirtieron que entre 2011 y 2018 la organización identificó 1483 epidemias, entre ellas de ébola y síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).
La modernidad influye. En la actualidad la capacidad de viajar en apenas horas a cualquier parte del mundo incrementa las chances de expansión. Y el cambio climático también hace su parte: por el calentamiento global las enfermedades transmitidas por mosquitos (como el zika y el dengue) podrían extenderse a Europa, Estados Unidos y Canadá.
Las regiones más pobres son siempre las más expuestas. En África el brote de ébola provocó pérdidas por 53 mil millones de dólares y consecuencias devastadoras para el día a día: evacuaciones, falta de atención médica, desempleo, muertes. La ausencia de atención primaria de salud básica o infraestructura en los países más vulnerables aumenta los riesgos.
La ciencia no se quedó quieta. En los últimos años se registraron varios avances para combatir estas enfermedades sin embargo desde la OMS aseguran que también pueden proporcionar los entornos necesarios para el surgimiento de nuevos microorganismos y con ellos, nuevas enfermedades, que aumentan el riesgo de una pandemia mundial.
Alerta el informe: “Todas las partes de la sociedad y la comunidad internacional han avanzado en la preparación para enfrentar emergencias de salud, pero los esfuerzos actuales siguen siendo extremadamente insuficientes”.
Finalmente, el reporte apunta a la política. Para los expertos la ” falta de voluntad política continua” es una de las causas de esta situación, por lo que reclaman a los líderes mundiales acciones concretas para reducir el riesgo.