“La Argentina está repitiendo un patrón que la ha perseguido durante más de 70 años. Se está quedando sin divisas mientras lidia con una alta inflación y contracción económica”. Así resume la situación que está atravesando el país el diario The Wall Street Journal, en un artículo publicado hoy que intenta explicar los motivos detrás de las crisis económicas recurrentes.
El texto, titulado “Por qué la Argentina enfrente una crisis económica otra vez”, relata que el país ha recibido cerca de 30 paquetes de ayuda del FMI en los últimos 60 años, “la mayoría con estrictas condiciones de austeridad que a menudo ha incumplido”. A su vez, la nota firmada por Santiago Pérez y Ryan Dube, añade que se han incumplido compromisos de deuda al menos ocho veces en más de 200 años.
En ese sentido, la publicación extranjera explica que “se dirige hacia un posible incumplimiento de alrededor de US$115.000 millones en bonos en moneda extranjera solo 18 años después de su última gran crisis, cuando incumplió en US$100.000 millones”, y que “debe al menos US$44.000 millones más al Fondo Monetario Internacional, que intentará reestructurar”.
El artículo cita, además, el testimonio de diversos economistas locales. Entre ellos Daniel Marx, que ayudó a renegociar la deuda externa a principios de la década de 1990 y señala que “la Argentina parece atrapada por su propia historia”.
“La Argentina es el gran mercado emergente más volátil del mundo y su economía ha registrado los niveles de inflación más altos en la historia reciente, una media del 220% anual desde 1980, según estimaciones del Instituto de Finanzas Internacionales, una asociación de instituciones financieras con sede en Washington”, asegura el texto y agrega el dato de que el Banco Central de la Argentina (BCRA) ha tenido 61 presidentes, solo uno de los cuales completó un mandato, en la década de 1940.
Para los autores, “el problema subyacente” es se trata de “un país que vive más allá de sus posibilidades”. “El Gobierno gasta habitualmente más de lo que gana a través de impuestos y otros ingresos. Casi todos los años desde 1950, a excepción de unos pocos a principios de la década de 2000, cuando los precios de exportación de la soja despegaron, la Argentina ha tenido un gran déficit fiscal. Bajo el mandato del conservador Mauricio Macri, esto ha promediado el 5% de la producción económica anual”, resume.
El artículo señala que a menudo el país ha “compensado la diferencia” imprimiendo dinero, tomando prestado dólares del extranjero o haciendo ambas cosas a la vez. “Debido a que es una economía proteccionista cerrada al libre comercio y plagada de compañías ineficientes, lucha por generar suficientes dólares a través de las exportaciones para pagar sus deudas en dólares. Finalmente, los acreedores exigen tasas de interés más altas, los pagos de la deuda se vuelven insostenibles y todo se bloquea”, explica.
Según anticipa la publicación, “la crisis actual puede ser menos dramática que la del 2001, pero podría ser más duradera”, porque no se cuenta en esta oportunidad con la ayuda del aumento de los precios de exportación de productos básicos, como ocurrió a principios de los años 2000.
El análisis de The Wall Street Journal no dejó de lado los elementos políticos, donde repasa las políticas de los tres gobiernos kirchneristas. Entre otros factores, advierte sobre el incremento de la plantilla de empleados estatales y el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos.
“En Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, las plantas ensamblan productos electrónicos de consumo que hasta hace poco se vendían en el mercado interno a precios exorbitantes. El estado dirige Aerolíneas Argentinas, que pierde dinero. Las legiones de empresas ineficientes están protegidas de la competencia global, sin incentivos para exportar”, agrega.