Grasa abdominal. Grasa abdominal. Grasa abdominal. Vives obsesionado con quitártela y por mucho que te esfuerzas no hay manera. Tranquilo, no estás solo. Esta zona de tu cuerpo es una de las principales preocupaciones que comparten una gran mayoría de mujeres y hombres. Es ese área estratégica en la que los lípidos deciden cobijarse durante todo el año y de la que cuesta mucho desalojarla.
Según la última Encuesta Nacional de Salud, publicada a principios de verano, un 44,3% de ellos y un 30% de ellas tienen sobrepeso en nuestro país, mientras que un 18,2% de hombres y un 16,7% de mujeres padecen obesidad.
No te vamos a engañar, tener un vientre plano es uno de los procesos más difíciles y duros, pero todo es posible. ¿Crees que sería posible olvidar la barriga y adelgazar gracias a algún alimento específico que te eche una mano en el viaje? Parece magia, pero es ciencia.
Elige bien
Si está tratando de perder grasa abdominal, probablemente estés prestando más atención a tu dieta, trabajando para hacer más ejercicio y reduciendo el azúcar. Pero una de las cosas que pueden dificultar más tu progreso es saltarte el desayuno. “Cuando pasamos demasiado tiempo sin comer, nuestros organismos perciben la falta prolongada de alimentos de manera estresante. Esto puede estimular la liberación de cortisol, provocando una elevación en la glucosa en sangre y la liberación de insulina. ¿El resultado? Grasa localizada alrededor del vientre”, asegura a ‘Pop Sugar’ Libby Mills, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética de EEUU.
Por supuesto, no puedes comer cualquiera a primera hora y esperar adelgazar. “Evita los granos procesados y la bollería industrial. Los carbohidratos simples como los cereales solo tienen un gramo o dos de fibra, lo que sin duda te hará sentir insatisfecho y al mismo tiempo te proporcionará azúcares al cuerpo que luego almacenará como grasa”, comenta.
Té
En general, todos lo estimulantes que contienen cafeína o teína aceleran el metabolismo. En el caso del té, está comprobada su relación directa con la pérdida de peso. Un estudio de la Facultad de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Pensilvania, publicado en ‘European Journal of Nutrition’, confirmó que gracias a las catequinas (flavonoides) que contiene, los bebedores habituales tienen un índice de masa corporal menor que los que no lo toman.
Un 44,3% de hombres y un 30% de mujeres tienen sobrepeso en nuestro país, mientras que un 18,2% de ellos y un 16,7% de ellas padecen obesidad
Y un estudio de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y publicado en ‘Journal of the American College of Nutrition’, tras analizar la relación del té verde con el control de peso, ha recomendado que esta bebida tenga más presencia en las dietas occidentales, para favorecer este fin.
Espinacas
“Las verduras, específicamente las espinacas, tienen 28 gramos de vitamina C que pueden reducir la inflamación y disminuir la presión arterial y el cortisol. “Esta en concreto es una buena fuente de magnesio, que también puede ayudar a regular dicha hormona. La fibra en este tipo de alimentos es prebiótica, lo que significa que apoyan las bacterias buenas en nuestros intestinos. Un exceso de las malas pueden conducir a problemas de salud como el aumento de peso”, añade la experta.
Es posible que no considere las verduras como algo que ingerir el desayuno, pero Libby sugiere agregar un poco de lechuga o rúcula a primera hora con col rizada a un panecillo de huevo o pesto de espinacas y ajo a un plato de granos salados. ¡Suena bien!
Nueces
Se están convirtiendo en el fruto seco por excelencia. Buenas para el corazón, la mente, el colesterol, la obesidad, la diabetes y la fertilidad, entre otras muchas cosas. Pero aún nos ha deparado una sorpresa más: efectiva para deshacerte de la grasa del vientre. Científicos de la Universidad de Harvard acaban de publicar un estudio que señala a la nuez como una buena aliada contra la báscula.
Son ricas en “grasas insaturadas saludables, vitaminas, minerales y fibra, pero son densas en calorías, por lo que a menudo no se consideran buenas para controlar el peso. Pero la evidencia emergente sugiere que la calidad de lo que se come puede ser tan importante como la cantidad”, asegura la nutricionista. En la investigación estadounidense, las personas que comieron media porción adicional de este fruto cada día ganaron menos peso durante cuatro años.
Concretamente, la fibra que contiene también se une bien a las grasas en el intestino, “lo que significa que se excretan más calorías. Y hay alguna evidencia de que el alto contenido de grasas insaturadas de los frutos secosaumenta el gasto de energía en reposo, lo que también puede servir para no ganar kilos”, concluye.