Se acabaron las palabras y las imágenes de argentinos haciendo cola para poder votar. Ya hablan las urnas: desde las 18, en 95 mil mesas de todo el país comenzaron a contabilizarse los sufragios. El padrón habilitó a casi 34 millones de personas para estas elecciones. Se estima que la concurrencia fue alta y que podría alcanzar niveles similares a los de 2015, cuando votó el 81,07% en las generales. A las 21, se conocerían las primeras tendencias y antes de la medianoche se sabrá si Alberto Fernández se convierte en presidente o si Mauricio Macri logra ir al balotaje.
En los búnkers de Mauricio Macri y de Alberto Fernández se respira tensión. Sus jefes de campaña y principales asesores prevén brindar algún mensaje en los próximos minutos. Ninguno se proclamará ganador, aunque en el entorno del candidato del Frente de Todos se hablará de “una gran elección”.
El kirchnerismo espera los primeros cómputos oficiales en el Complejo C, en el barrio de la Chacarita. Allí se dispusieron tres salones VIP. El del primer piso, el más exclusivo, fue reservado para Alberto y Cristina Kirchner. La ex presidenta voló desde Río Gallegos a las 14.45 en un avión privado, que pertenece a la empresa Servicio Aéreos Patagónicos S.A. Tiene tres horas de viaje. Irá directo a encontrarse con su compañero de fórmula, a diferencia de lo que hizo en las primarias, cuando prefirió quedarse en el sur.
El segundo piso lo compartirán los integrantes del binomio bonaerense a la gobernación, Axel Kicillof y Verónica Magario y el porteño, que componen Matías Lammens y Gisela Marziotta. A ellos se acoplará el primer candidato a diputado nacional, Sergio Massa. En un tercer VIP estarán los legisladores y principales colaboradores. En la calle esperan a una multitud de militantes, de cara a un escenario que está montado sobre la avenida Rivadavia. Calculan que reunirán no menos de 50 mil personas.
En Costa Salguero, el búnker macrista, ya se encuentran Marcos Peña, el jefe de campaña de Juntos por el Cambio, y el secretario general de la presidencia, Fernando De Andreis. En cambio, el Presidente tiene previsto asistir bastante tarde. Pasadas las 17 salió de su quinta privada, en Los Polvorines rumbo a la residencia de Olivos.