La guerra en Siria puso en jaque las relaciones entre Washington y Ankara, que tienen ideas distintas para la región. Los americanos poseen medio centenar de B61 en su base militar ubicada en Incirlik y analizan trasladarlas a otro centro de alta seguridad por miedo a una escalada bélica
El conflicto bélico que tiene lugar en Siria desde hace varios años podría poner punto final a una de las alianzas estratégicas más importantes que tiene Estados Unidos en el mundo: nada más ni menos que con Turquía.
Washington posee en la ciudad turca de Incirlik una base militar donde alberga medio centenar de misiles nucleares B61, pero la tensión entre ambos países llevó a la administración de Donald Trump a buscar un nuevo lugar para trasladarlas.
Cabe destacar que en los últimos días Turquía lanzó un gran operativo militar contra las Fuerzas Democráticas Sirias, compuesta principalmente por kurdos y que cuentan con el apoyo de Estados Unidos.
Este es un nuevo capítulo en una relación que está cada vez más tensa y que nadie se anima a pronosticar cómo puede terminar.
Cabe destacar que los americanos le impusieron una dura sanción económica a los euroasiáticos y consideran sumar más castigos.
Ambos países tienen ideas distintas para la región y esas diferencias tienen en vilo a gran parte del mundo.