La internación que obligó al artista a ingresar en terapia intensiva causó más preocupación que en otras ocasiones. Cauto pero no por esto menos preocupado, su doctor sostuvo: “Hoy está en manos de Dios”.
El popular cantante y compositor Cacho Castaña, internado desde el viernes en la sala de terapia intensiva del porteño Sanatorio Los Arcos, atraviesa una “condición grave y su pronóstico es reservado”, de acuerdo al parte médico difundido ayer al mediodía.
La comunicación hecha pública a pedido de la familia del músico, detalla que “el Sr. Humberto Castagna ingresó por un cuadro de neumonía en el contexto de ventilación mecánica prolongada“.
Desde entonces y de acuerdo al informe de Los Arcos, el paciente “se encuentra con antibióticos de amplio espectro y bajo sedación profunda, con soporte de un respirador artificial. Además, requiere del empleo de fármacos para sostener tanto la presión arterial como la circulación sanguínea y para mantener control del ritmo cardíaco. También recibe tratamiento por una falla renal aguda en esta delicada situación”.
Castaña (77 años) estaba en el Remeo Center de Pilar, un centro de rehabilitación especializado en enfermedades respiratorias, donde se recuperaba luego de haber estado casi un mes internado en Los Arcos. Sin embargo, el cuadro del cantante se agravó por una bacteria que afectó sus pulmones y debió ser trasladado nuevamente al centro asistencial.
El creador de canciones como Para vivir un gran amor, Café La Humedad y Garganta con arena atraviesa serios problemas de salud desde hace unos 15 años.
En 2005 fue internado por una dolencia cardíaca, en 2011 por problemas respiratorios y el 24 de diciembre de 2013 fue ingresado en Los Arcos por complicaciones derivadas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc) que padece.
Desde fines de 2018 su estado comenzó a volverse aún más frágil, con recurrentes internaciones asociadas a sus afecciones respiratorias, ya que en noviembre pasado fue ingresado por un cuadro bronquial.
Ya el 5 de agosto último volvió a ser hospitalizado, esta vez por una neumonía, y fue dado de alta cuatro días después, aunque el 23 del mismo mes retornó al sanatorio por un virus respiratorio sincitial.