El fiscal federal Federico Reynares Solari pidió una pena de 10 años de prisión para Ariel “Guille” Cantero al acusarlo como autor del delito de “secuestro extorsivo agravado por la intervención de más de 3 personas”, en el juicio que comenzó este miércoles en los tribunales de Oroño al 900.
En su alegato acusatorio contra este líder de la organización conocida como Los Monos, Reynares alertó a la Justicia provincial sobre las circunstancias que le permitieron a Cantero disponer de un teléfono móvil en la cárcel de Coronda, donde cumple condena a 22 años de prisión por un cúmulo de delitos que incluyen homicidios.
En este sentido, Reynares apuntó al personal penitenciario que pudo haber facilitado encubrimiento para que Cantero goce de privilegios que redundaron en la comisión de delitos a pesar de estar preso.
El juicio que tiene ahora a Guille de nuevo en el banquillo de acusados refiere a un secuestro ocurrido el 9 de septiembre de 2017, cuando cerca de las 19.30, dos hombres a bordo de un auto capturaron a un joven en la esquina de bulevar Seguí y Espinillo, en barrio Moderno.
“Le cubrieron la cabeza y, tras circular durante un tiempo, el hombre fue obligado a descender en un galpón donde también permaneció con los ojos cubiertos”, señaló el requerimiento de elevación a juicio.
En ese momento, los secuestradores advirtieron que la víctima no era la persona que querían secuestrar para pedir rescate y se comunicaron telefónicamente con Cantero -que estaba preso-, a quien le dijeron que se habían “confundido feo” ya que no coincidían los rasgos físicos ni la ropa de la persona que pretendían capturar.
En las escuchas telefónicas que fueron incorporadas al expediente quedó establecido que “Guille” pidió hablar con la víctima, quien le refirió que trabajaba en una empresa metalúrgica y que su padre era carnicero, lo cual corroboró que efectivamente habían secuestrado a la persona equivocada.
“Una vez asumida la confusión, Cantero comunicó a sus cómplices la intención de aprovechar la consumada privación de la libertad del hombre para obtener una disposición patrimonial a cambio de su liberación, lo que se materializó a través de la exigencia de ‘un par de kilos de asado'”, indica la acusación.
El joven fue liberado un rato más tarde sano y salvo, luego del cobro del rescate.
Uno de los acusados de ejecutar el secuestro, Ezequiel David “Parásito” Fernández, fue acribillado a balazos el 17 de abril de 2018, junto a un hermano y un amigo. Por este triple crimen ocurrido en Granadero Baigorria la Justicia provincial investiga el entorno de otro peso pesado del hampa rosarina, Esteban Alvarado, y uno de sus laderos detenidos la semana pasada, Mauricio Laferrara.
Un hermano de Parásito, Nahuel Fernández, fue otro de los sospechosos detenidos tras el secuestro, aunque fue finalmente desligado del caso, por lo que Cantero será el único acusado en el juicio que continuará este jueves.
El jefe de “Los Monos” suma dos condenas previas a este juicio: una de 22 años de reclusión por un homicidio y como organizador de una asociación ilícita y otra a 15 años por ser líder una banda narco.