Minutos antes de la 9 de la mañana una pareja llegó hasta una pinturería ubicada en calle Espora y General Paz con la intensión de robar dinero en efectivo. Para lograr el cometido el hombre ingresó y la mujer quedó de “campana” en la puerta del local.
Cuando el delincuente pidió el dinero de la caja registradora y cuando el empleado estaba por abrirla, le gatilló en el rostro. Pese a que el trabajador de la pintureria le dio todo, el sujeto volvió a gatillar en la cabeza. No contento con los resultados, el delincuente se sube al mostrador y, tras agarrar a su víctima, empiezan a recorrer todo el comercio.
Una vez que llegaron al fondo del local el ladrón volvió a gatillar, dejando a su víctima allí y salir corriendo. El hombre y la mujer se llevaron “la caja chica” y se fugaron hacia el sector norte de la ciudad, por avenida General Paz.