El último estudio de costos del transporte arrojó un precio real del boleto de 37,11 pesos, 4,61 pesos por encima de su valor actual, en un marco de caída en la cantidad de pasajeros transportados, poda de subsidios nacionales, aumento de los combustibles y paritarias de los choferes.
A pesar de esta difícil coyuntura, la intendenta Mónica Fein ratificó ayer que “de acá a fin de año” no está previsto un nuevo ajuste en el valor de la tarifa, que ya aumentó cuatro veces en 2019.
Los datos se dieron a conocer en el marco de una reunión del Ente de la Movilidad que se realizó ayer en las primeras horas de la mañana y luego fueron remitidos al Concejo para su análisis.
El estudio compara los costos entre abril y junio de este año y muestran un desfasaje que ya quedó atrasado por el efecto de la inflación. No obstante, permite observar en qué porcentaje se retrajeron en ese período de tiempo los subsidios que aporta Nación y cuánto inyectó al sistema el Fondo Compensador local, que se nutre, entre otras cosas, de lo que se recauda por infracciones de tránsito e ingresos de personas al casino.