El explosivo cóctel de inflación, transición y devaluación hará que los usuarios medicina prepaga deban soportar un nuevo aumento en las cuotas en el mes de diciembre: será la octava suba en el año, esta vez de un 12 por ciento. La autorización respectiva desde Salud a las empresas aparecerá en los las próximas horas en el Boletín Oficial y si se agrega el primer tramo devengado de 2018, la suba anual será del 62%. Desde las empresas la excusa es la devaluación, de alto impacto en el sector por muchos insumos dolarizados, pero los usuarios alegan desde el otro lado de la mesa que deben soportar esos aumentos con salarios en pesos, y ese “descalce” ha hecho que miles hayan tenido que bajarse del sistema y otros tantos adaptarse a los “planes a medida”, en los que se puede priorizar algunas prestaciones en desmedro de otras, para tratar de mantener el costo de la cuota bajo control.
“Las empresas tenemos alrededor del 40 por ciento de costos dolarizados, por medicamentos y tecnología, pero a eso hay que sumarle otro dato que se debe tener en cuenta: la atención médica tiene un plus de costos que supera en un 10 al 15 por ciento al de la inflación”, agregó a Piva, destacando que “hemos hecho varias propuestas que consideramos imprescindibles para salir de esta situación sin apelar exclusivamente a la cuota, especialmente reformulaciones impositivas. Si pudiéramos tener el mismo tratamiento impositivo de las escuelas privadas, por ejemplo, eso podría representar un alivio para los usuarios, porque nosotros somos los primeros que sabemos que el sistema así como está, no es sustentable”, agregó Piva.
“Otra de nuestras propuestas es la de crear un fondo especial para enfermedades catastróficas, solventado por las empresas, pero con alguna participación estatal, porque hay cuestiones como los tratamientos de las enfermedades crónicas y sobre todo las nuevas medicaciones, que tienen costos enormes. Y el impacto de la tecnología también es cada vez mayor. En este cuadro, si cada uno sigue atendiendo sus propios problemas, no se puede pagar…”, indicó el titular de Medifé, insistiendo en que “cuando se hacen las cuentas sobre los aumentos de las cuotas y la inflación, es importante tener en cuenta como les decía que la inflación médica tiene en promedio unos 15 puntos más que el resto de los precios. Y esto no tiene que ver con la Argentina, es un cálculo que se hace a nivel global”.
Las prepagas aumentaron en febrero 5%, luego en mayo el aumento fue de 7,5%, a eso siguió en julio otro 5,5%, y entre agosto y noviembre se agregó otro 18 por ciento. En la Superintendencia de Servicios de Salud la idea era que ese impacto de diciembre pudiera desdoblarse, pero se supo que hubo interna con la Secretaría de Salud, que terminó imponiendo el 12 por ciento en diciembre, como despedida de la gestión macrista.
