Una situación inédita ocurrió en un Juzgado Correccional de Necochea con una familia de Rosario. Un motociclista fue a juicio 4 años y 8 meses después de atropellar y matar a una mujer en la ciudad balnearia. Pidió la palabra y, entre llantos, relató el calvario que vive desde ese momento por el sentimiento de culpa. Los hijos de la víctima lo abrazaron, lo perdonaron y solicitaron la suspensión del debate oral y público. Además, el juez se disculpó por el tiempo que tardó en resolverse la causa.
Elvira Kruzich, de 82 años, fue atropellada el 4 de enero de 2015, cuando estaba por terminar de cruzar una avenida. Por las lesiones murió en el hospital de Necochea una hora y media después. El pasado lunes el conductor fue llevado a juicio oral y público, ya que la familia de la víctima no había aceptado un acuerdo abreviado porque pretendía una pena de cumplimiento efectivo.
“Estábamos frente al imputado. Pidió la palabra. Nos miró a nosotros y de forma descarnada contó lo que vive hace años, el sentimiento de culpa. Suspendimos el juicio, aceptamos una pena condicional y lo abrazamos frente al dolor que tenemos cada uno por este hecho”, dijo Sergio Díaz, uno de los hijos de la víctima.
Díaz contó que el imputado relató, en medio del llanto, haberse quedado en el hospital donde estaba su madre para poder pedir disculpas a los familiares, que en ese momento no estaban allí. “Tenía en sus manos una cadena de oro de mi mamá. Se la entregó a un médico porque no había familiares. Nosotros vivimos en Rosario hace 30 años, no nos comunicamos con el abogado de él o con él. Ante el relato convincente aceptamos las disculpas”, agregó.
“Trató de llamar por teléfono, de venir a nuestra casa. Desconocíamos el sentimiento de culpa que tenía. El juez nos agradeció que aceptemos esto. Primero pidió disculpas por el tiempo que le lleva a la Justicia resolver estas cosas. También agradeció la honestidad de (Gonzalo) Márquezsta y nuestro corazón por aceptar el perdón”, concluyó Sergio.