El nuevo dispositivo inteligente de la firma surcoreana se puede desbloquear con cualquier huella digital
Samsung anunció este jueves que lanzará un parche de seguridad para arreglar el grave problema que acarrea el sistema de reconocimiento de huellas digitales de su más nuevo teléfono de alta gama, el Galaxy S10, que puede ser desbloqueado con un protector de pantalla barato.
El problema fue descubierto por una mujer inglesa que, tras comprar un protector de pantalla no oficial de 2,7 libras ($202 argentinos), se dio cuenta de que este material hacía que el smartphone pudiera ser desbloqueado con la huella dactilar de cualquier otra persona.
“Esto significa que si alguien se apodera de mi teléfono, puede acceder a él y en cuestión de minutos podría acceder a las aplicaciones financieras y transferir fondos”, dijo la mujer al diario The Sun.
En marzo, cuando lanzó el Galaxy S10, Samsung describió el sensor biométrico del equipo como “revolucionario”, con un escáner que envía ultrasonidos para detectar el relieve en 3D de las huellas digitales y reconocer con más precisión a los usuarios.