ce 150 años, un día como hoy, nacía el líder político Mahatma Gandhi, quien sostuvo tanto en palabras como en hechos concretos que el modo de demandar y reclamar por las injusticias sociales es a través de acciones pacíficas.
Por eso la Asamblea .General de las Naciones Unidas declaró el 2 de octubre como el Día Internacional de la No Violencia, en conmemoración a este líder que impulsó la lucha pacífica para poner fin a los abusos contra de los derechos humanos.
Gandhi se convirtió en el líder del movimiento nacionalista contra el dominio británico de la India a través de su enfoque no violento.
“Si tenemos que definir una acción que ejemplifique la no violencia, pensamos en el diálogo”, sostiene Florencia Schkolnik, Subsecretaria de Acceso a la Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Según explicó la funcionaria a la agencia Télam, “a partir del diálogo se hace posible una cultura de paz, que implica el reclamo por una sociedad más justa y que debe surgir desde el entendimiento y el respeto por lo diferente”.
“La demanda por el ejercicio de derechos y oportunidades debe estar acompañada por el respeto de los derechos humanos”.
Puede parecer complejo o hasta paradójico luchar apelando a la paz, pero no lo es. Por eso que activistas como Nelson Mandela o Martin Luther King se han valido de esta estrategia para exigir igualdad y reclamar desde la no violencia.
En este sentido, la demanda por una sociedad más igualitaria no puede provenir ni resolverse apelando a la violencia, sino que debe generarse desde el respeto y el reconocimiento hacia los otros.
“La diversidad es propia de nuestras sociedades y de allí la riqueza cultural. Por eso muchas veces la convivencia no es sencilla. Sin embargo, el desafío es aceptar las diferencias para lograr así una sociedad plural y diversa”, sostiene Schkolnik.