La mayoría de los padres se lo dijo alguna vez a sus hijos: pensalo bien, un tatuaje es para toda la vida. Por supuesto, esto no es tan así. Se pueden tapar con otro, eliminar con láser o, según demostró un joven mendocino, rallarlo. Por las dudas, aclaración fundamental: no intenten esto en sus hogares.
Un amigo del protagonista de la historia compartió las fotos en Twitter. @MatyCosta explicó la situación de manera simple. “Un amigo se tatuó y como no le gustó el tatuaje se lo sacó con un rayador de queso. Sí, un rayador de queso”, escribió.
Un amigo se tatuó y como no le gusto el tatuaje se lo saco con un rayador de queso. Si un rayador de queso pic.twitter.com/1tHObPVvaq
— Matías (@_Matycosta) October 1, 2019
Por si alguno no le creía, también compartió un vídeo de su amigo, con el dibujo ya borrado.
El joven mendocino explicó los motivos de la drástica decisión. “Me hice el tatuaje y a la semana quise inscribirme para ingresar en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Si bien en los requisitos de la web no aparece, me comentaron que no podía trabajar con tatuajes visibles. Esto ocurrió en agosto de 2017. En ese momento tenía 19 años”, resumió.