En escuelas de las zonas más marginales de Rosario las directoras están solicitando que los comedores escolares abran de noche para satisfacer la demanda de los chicos que van en ese turno y que hoy sólo comen sándwiches.
“La necesidad es muy grande y ya no alcanza con estas raciones frías, es muy triste lo que estamos viendo”, admitió la coordinadora de los asistentes escolares de UPCN en la ciudad, Cristina Vergara, quien hoy tendrá una reunión con la delegada de la Región VI del Ministerio de Educación, Daiana Gallo Ambrosis, para trasladar esta inquietud y analizar si se puede dar una respuesta.
Así, un día después de que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dio a conocer el último índice de pobreza, que en Rosario alcanza al 35,5 por ciento de la población, los datos siguen golpeando muy duro y dejan en evidencia las carencias y el hambre que afectan a muchos rosarinos.
Según reveló Vergara, la escuela situada en Rouillón y bulevar Seguí es una de las que trasladó la inquietud de abrir el comedor a la noche. “Ahí funciona un Eempa primario al que concurren chicos de entre 15 y 20 años, pero a la noche el comedor no está abierto, así que quedan raciones frías para que puedan comer algo, que generalmente es lo único que comen en todo el día”, aseguró la asistente escolar.