La Policía de Bolivia dispersó con gases lacrimógenos una multitudinaria marcha realizada en La Paz con los féretros de varios de los fallecidos durante los últimos disturbios y protestas contra el Gobierno interino.
Los agredidos declararon a corresponsales de los medios internacionales que se sentían “tratados como perros”, tras haber desarrollado “pacíficamente” su protesta para denunciar la intervención militar y policial del martes último en El Alto.
La multitud que llevaba varios ataúdes con los cuerpos de las personas que cayeron en las protestas en El Alto se detuvo en una avenida junto a la plaza, cuando agentes de la Policía comenzaron a lanzar gases.
Esto produjo corridas y los agentes en motocicletas persiguieron a los deudos de las víctimas cuyos cuerpos iban a ser sepultados, constató agencias internacionales.
“Hemos sido matados y ahora somos gasificados”, exclamó una mujer. La Presidencia califica ahora a las manifestaciones de actos de “terrorismo”, además de asegurar que en las acciones de respuesta no se ha disparado ni una bala por parte de los militares.
Sin embargo, la Defensoría del Pueblo confirmó este jueves que los ocho civiles fallecidos recibieron impactos de proyectiles de armas de fuego, cuya autoría se investiga.
Con los ocho fallecidos en El Alto, la cifra de muertos desde que estalló la crisis en Bolivia tras las fallidas elecciones del pasado 20 de octubre subió a 32.
El país está sumido en uno de los conflictos más graves de su historia reciente, desde que el día después de los comicios comenzaran las denuncias de fraude a favor de Evo Morales, quien fue proclamado vencedor para un cuarto mandato consecutivo por la autoridad electoral.