Ante la debilidad de la posición oficial del gobierno de Mauricio Macri frente al golpe de Estado en Bolivia, varios referentes de Cambiemos no dudaron en llamar las cosas por su nombre.
El presidente Mauricio Macri evitó pronunciarse sobre el golpe de Estado en Bolivia y apenas soltó un “todos estamos preocupados” al paso ante los periodistas que intentaron obtener alguna definición de mayor peso a su llegada a la Casa Rosada.
Sin embargo muchos de los referentes del gobierno saliente se despegaron de la posición oficial y no dudaron en calificar la situación como un golpe de Estado.
El primero fue el diputado nacional Daniel Lipovetzky quien fue uno de los primeros en asumir el debate que se abrió tras el golpe acerca del cariz de la salida de Evo del poder. “Si mueve la cola y ladra es un perro! Si las Fuerzas Armadas “recomiendan” (léase obligan, exigen) la renuncia de un presidente elegido democráticamente esto es un Golpe de Estado. Es necesario que se aplique la Carta Democrática Interamericana de OEA y que dicho organismo intervenga ya!” tuiteó el legislador apenas consumado el golpe el domingo.
A Lipovetzky se sumaron luego otros dirigentes del oficialismo. El jefe del interbloque de Cambiemos en Diputados, Mario Negri, repudió “la intromisión militar en la vida política de Bolivia y advirtió que lo sucedido en el país vecino “sólo es compatible con golpes de Estado”.
El senador electo por la ciudad de Buenos Aires, Martín Lousteau, “sólo más democracia -en todas sus dimensiones- soluciona los problemas de la democracia. No los golpes de Estado. Reclamamos en Bolivia lo mismo que pidió la OEA: nuevas elecciones para que los ciudadanos decidan el futuro de su país”, tuiteó Lousteau.
En la misma línea de pronunció el reelecto gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, aunque en una curiosa peripecia argumental responsabilizó en parte al propio derrocado por el golpe. “Claramente en Bolivia se produjo un golpe de Estado que rechazo terminantemente. Pero que tiene como corresponsables al propio Evo Morales, a la oposición y a las Fuerzas Armadas. Lo que disparó la situación de Bolivia fue el abuso de poder”, señaló Morales.
La UCR también se pronunció de manera orgánica sobre la situación en Bolivia y se diferenció de sus socios en Cambiemos: “Cuidar la democracia en el continente implica un esfuerzo por calificarla. No a las trampas! No a las injerencias externas! No al Golpe de Estado! Si al pluralismo, la democracia y la convivencia pacífica”, afirmó a través de un comunicado el Comité Nacional de la UCR que encabeza el mendocino Alfredo Cornejo.
En tanto, en declaraciones al programa radial Pasaron Cosas, que conduce Alejandro Bercovich, el radical Ricardo Alfonsín, sostuvo que si bien la Cancillería tiene que manejarse con prudencia “se podría ser más claro y más categórico en la condena al golpe de Estado en Bolivia”.
Muy distinta fue la posición de la Coalición Cívica, el tercer integrante de la coalición gobernante que sin hablar de golpe de Estado, en línea con la posición de Macri, llamó a las Fuerzas Armadas a “abstenerse de toda participación que vulnere el orden democrático”.
En tanto en el peronismo la lectura de la situación es unívoca y los diputados del Frente de Todos salieron en tándem a condenar el golpe. En tanto el diputado Agustín Rossi adelantó que convocarán a una sesión especial el próximo miércoles junto a otros bloques para repudiar el golpe en Bolivia.