La modelo estuvo de visita en el living de Susana y se refirió a la polémica frase que publicó en su nombre una revista.
Metida de lleno en el mundo de la política desde algunos meses, Luciana Salazar sorprendió a todos con una polémica declaración. “No descarto ser primera dama”, fue el título de la entrevista que dio la modelo a la revista “Caras”, en la que posó junto a su hija Matilda usando una banda con los colores de la bandera nacional, al mejor estilo presidencial.
La cita dio que hablar, sobre todo por las especulaciones en torno a las publicaciones políticas que Luli realiza en su cuenta de Twitter, por las cuales fue señalada como “operadora” del Frente de Todos, liderado por Alberto Fernández. Es por eso que el tema fue inevitable para Susana Giménez, cuando la recibió como invitada en el living de su programa.
La ex novia del economista Martín Redrado explicó que la frase fue sacada de contexto por el semanario. “Veníamos hablando de la comparación de las dos primeras damas, Juliana (Awada) y Fabiola (Yañez). Y después me preguntaron si me gustaría ser primera dama, y yo dije que no descarto nada“, justificó.
“No fue una frase que yo haya dicho. Porque muchos me reprocharon que no haya dicho que quiero ser presidenta”, afirmó.
Entonces, Susana comentó: “¡Ah! Yo dije ‘Va por Aníbal Fernández'”, dijo, confundiendo el nombre del presidente electo con el del ex ex jefe de Gabinete en el gobierno de Cristina Kirchner. “Quise decir Alberto. ¡Qué papelón!“, corrigió la diva, después de que la producción le marcara el error. “¡No, por favor! Con ninguno de los dos”, respondió Luciana.
En cuanto a su cambio de perfil en las redes sociales, con giro hacia lo político, Salazar afirmó: “Siempre me gustó la política, de toda la vida. Viene de familia. Siempre estuvo presente la política en mi casa. Y ahora tengo buenos informantes“.
Sobre su vida amorosa, la actriz comentó: “Estoy conociendo gente pero trato de mantener mi vida privada”. Y un tanto asombrada, confesó: “Me bajó mucho el target, me escriben chicos de 30 para abajo, yo miraba gente más grande que yo, pero ahora me escriben chicos jovencitos, unos bombones”.