La práctica asistida del Mindfulness, con meditación y respiración controlada, puede ayudar en el tratamiento de la enfermedad. Se trata de un entrenamiento diario para la reducción del estrés basado en la atención plena con un programa estructurado de medicina complementaria
La técnica de Mindfulness, también llamada atención plena o conciencia plena, consiste en estar atento de manera intencional a lo que hacemos, sin juzgar, apegarse o rechazar en alguna forma la experiencia. Es una práctica basada en la meditación, en la autocompasión y reducción del stress de lo que nos sucede en la vida.
Hoy en día se reconoce la aplicación de esta práctica en distintos ámbitos como la salud, el desarrollo personal y laboral. En qué consiste esta técnica y como ayuda en el glaucoma como enfermedad, lo explica la Dra. María Angélica Moussalli (MN 80.561), médica oftalmóloga del Hospital Italiano de Buenos Aires.
“Cuando un paciente nos da el diagnóstico de glaucoma , le explicamos que la causa base del mismo es la dificultad en el drenaje de un líquido transparente que produce 24 horas el ojo para poder cumplir con las funciones de nutrición, perfusión y transparencia del mismo. Cuando ésto falla por múltiples causas, el nervio óptico sufre el exceso de presión ocular por lo cual se degenera lenta y silenciosamente”, explica la profesional.
El diagnóstico asusta, inquieta y estresa, pero la Dra. Moussalli sostiene que “Entender que hoy el glaucoma tiene muy buen pronóstico, que si hacemos correctamente el tratamiento muy rara vez se llega a la pérdida visual a veces es difícil”.
Muchos tratamientos salen día a día, desde gotas, conceptos de calidad de vida, tratamientos con láser o quirúrgicos seguros y variados según cada necesidad del paciente y tipo de glaucoma.
“Con la práctica asistida del Mindfulness en un comienzo ayudamos a prestar atención en nuestro problema y a no distraernos en otro tipo de historias, pensamientos y fantasías. De esta manera a través del diálogo, la meditación y la respiración aprendemos a estar en el presente de nuestra dolencia o enfermedad sin juzgar y desarrollamos una calma mental cada vez más estable que nos ayuda a estabilizar nuestro tratamiento y enfermedad”, sostiene la especialista que además es docente en la UBA.
“Esto es un entrenamiento diario para la reducción del estrés basado en la atención plena con un programa estructurado de medicina complementaria que utiliza técnicas de atención plena. El mismo está orientado a aliviar el dolor y mejorar el bienestar que en el caso del glaucoma es sumamente necesario ayudando a superar la depresión. Además, mejora el estado de ánimo también”, finaliza.
Mantener el cerebro saludable al momento de llegar a ser adultos mayores
La expectativa de vida subió en las últimas décadas y la gran pregunta que no podemos dejar de hacernos es cómo seguir manteniendo nuestro cerebro saludable al momento de llegar a ser mayores. Para nuestro bienestar cerebral, el Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) recomienda:
1) Mantenerse estimulado cognitivamente
2) Tratar de hacer cosas que nos desafíen a nivel cognitivo, entrenar nuestro cerebro para mantenerlo activo
3) Alimentarse de manera saludable
4) Una dieta rica en frutas, verduras, cereales, legumbres y pescado ayuda a mantener la mente en forma (al favorecer el transporte de oxígeno y nutrientes a nuestro cerebro colabora a que este funcione correctamente)
5) Controlar los factores de riesgo cardiovascular
6) Realizar actividad física
7) Conservar nuestro bienestar emocional
8) Debemos tener en cuenta que la depresión, la ansiedad o los niveles prolongados de estrés tienen consecuencias negativas para las funciones intelectuales.
¿Cómo regular el sueño al partir de la alimentación?
Los últimos meses del año se acercan, y con ellos, llega el cansancio acumulado a lo largo de todo este tiempo. Al momento de finalizar la ingesta de comida, solemos sentir somnolencia. Esta situación provoca bostezos, cabecear y el entorpecimiento de la rutina laboral. El causante se relaciona a las variaciones de glucosa en nuestra sangre de acuerdo al alimento ingerido. Inclusive, a mayor cantidad de ingesta alimenticia, mayor contenido de azúcar y, por ende, más cansancio.
Para hacerle frente a esta situación, se proponen diversos consejos para consumir una correcta alimentación que mejore nuestra calidad de vida. La Licenciada Liliana Grimberg (MN 978), nutricionista y dietista explica: “Debemos elegir alimentos con bajo índice glucémico” y brinda estos consejos:
– No saltear el desayuno. Este resulta fundamental al interrumpir el ayuno nocturno y, con el consumo de lácteos descremados, frutas enteras y cereales sin azúcar se puede obtener la energía necesaria para transcurrir la mañana.
– Evitar comidas ricas en hidratos de carbono refinado (panes, pastas, tartas, arroz blanco, postres).
– Esperar 3 horas entre la comida e irse a dormir.
– Realizar ejercicio físico tras el almuerzo. Por ejemplo, una corta caminata.
– Mantener el cuerpo hidratado, especialmente con agua.
– Evitar comidas abundantes de noche.
– Dormir entre 7 y 8 horas diarias.