A partir de enero habrá nuevas escalas de facturación máxima y aportes del régimen simplificado.
El monotributo es una forma de pagar impuestos simplificada y con bajo costo que nació para favorecer a los trabajadores independientes, aunque muchas veces esconde trabajadores en relación de dependencia.
Sea para trabajadores freelancers o para quienes se lo exige su empleador es la respuesta estatal para garantizar aportes y cobertura médica. Ahora bien, depende cuanto se facture anualmente es la escala que se tiene y según la escala lo que se pague mensualmente como aportes jubilatorios y obra social.
Corridos por la inflación se actualizaran los valores de facturación máxima de cada categoría y, consecuentemente, los pagos mensuales a partir de enero de 2020. El aumento será de un poco más de 51%.
Si se hace una actividad de prestación de servicios, la facturación anual máxima para estar dentro del monotributo será de $1.739.261, lo que da un promedio de $144.938 mensuales. Si en cambio si se venden bienes entonces la facturación anual máxima será de hasta $2.608.892, lo que da unos $217.408 mensuales.
En el caso de facturar por encima de estos niveles se tendrá que pasar a la condición de responsable inscripto, que paga sensiblemente más que el monostributista.