El animal despertó la curiosidad de algunas personas que pasaban por el lugar pero nadie se acercó tanto como Williams.
Al tocarla accidentalmente, la mujer reveló que sintió algo extraño en el cuerpo y que se le entumecieron partes de sus extremidades. En su relato detalló que la criatura tenía “una textura viscosa” y que su forma era muy similar a la de un cerebro. Luego preguntó a sus contactos si alguien sabía de qué tipo de especie marina se trataba.
El animal se llama ascidiacea. De esta criatura existen alrededor de 3200 especies y es un tipo de larva poco frecuente en las costas australianas.
Las ascidiaceas se propagan fácilmente, son consideras como un plaga en casi todos los muelles del mundo debido a que tienden a adherirse a pilotes, rampas para botes, puentes y rocas y sus apariciones se vinculan con la existencia de aguas contaminadas.