Se espera una convocatoria de 800 referentes de todo el territorio provincial.
Este jueves, a las 11, Omar Perotti realizará el primer gran acto del peronismo santafesino desde que fue electo. Será en los salones del Puerto, en el Dique 2, y la excusa es que junto a su vice, Alejandra Rodenas, le van a transmitir a los dirigentes de su partido cuál es el estado en que se encuentra la transición con el gobierno de Miguel Lifschitz. Pero más allá de las formalidades también habrá mensajes y señales hacia el futuro del proceso político que se viene en la provincia.
Si bien el rafaelino consiguió una gran cantidad de votos en las elecciones de junio, para conducir el partido necesita empezar a cimentar su propia construcción política. Ese proceso se da en un escenario complejo donde, por un lado, ya tuvo muestras de diferentes actitudes desafiantes de los senadores de su propio partido. Por otro, la difícil realidad económica del país y la provincia tuvo un fuerte impacto en los municipios y comunas donde están esperando señales urgentes de quien se sentará en el sillón de la Casa Gris.
Uno de los temas que más preocupa a Perotti es la fractura interna con los senadores de su partido que desde hace meses no se disimula. Los legisladores agrupados en el bloque que conduce Armando Traferri hicieron ley el proyecto del Programa de Intervención Integral de Barrios (el Plan Abre ampliado) que ya le marca el destino de unos 3.500 millones de pesos; le pidieron a Miguel Lifschitz que envíe el presupuesto en tiempo y forma cuando el gobernador había acordado con Perotti que sería este último quien lo arme y envíe después del 11 de diciembre. Esas fueron solo algunas muestras de desconocimiento de autoridad hacia el rafaelino.
Durante 12 años de gobierno del Frente Progresista los senadores peronistas fueron sus propios jefes y no están dispuestos a ceder eso tan fácilmente. El gobernador electo tomó nota y en la entrega de diplomas a los candidatos electos hizo posar para la foto a los dos flamantes senadores justicialistas, Marcos Castelló (La Capital) y Marcelo Lewandowski (Rosario). En esa oportunidad, ambos dijeron que iban a integrar un bloque unificado del PJ en el Senado y que iba a ser oficialista, en un claro intento de relativizar el mando de Traferri en la Cámara alta.