Una mujer sufrió serias heridas al ser blanco de un brutal ataque de un motochorro. El delincuente le pateó la cabeza y le pisó la cara para intentar robarle la mochila, pero la resistencia de la víctima fue tan férrea que se fue con las manos vacías.
Tan violenta fue la agresión que Norma Moreno, de 60 años terminó con la zapatilla del asaltante marcada en el rostro. “Me sorprendió el chico de atrás, me di vuelta porque pensé que era uno de mis hijos haciéndome una broma”, contó, sin salir de su asombro, y añadió: “No lo puedo creer, era un robo. Estoy viviendo de nuevo”.
“Tenía la mochila con las dos correas puestas. Se me sale una y me queda enganchada la otra, por eso creo que no se la llevó: porque tironeaba, tironeaba”, dijo Moreno, quien sufrió la fisura de un dedo. “Yo me resistí porque son mis cosas. Plata no tenía, tenía mi abono porque voy a trabajar todos los días. A las 6 de la mañana tomo el colectivo para ir a Malagueño”, explicó.
El ladrón, de no más de 16 años, huyó en moto junto a un cómplice. Solo le pudo llevarse el celular de la mujer. Poco después del brutal ataque a la vecina del barrio cordobés de Empalme, perpetró otro asalto. En el forcejeo al asaltante se le cayó el teléfono de Norma y ella pudo recuperarlo.