La artista no tuvo vergüenza alguna en dar detalles de las situaciones intimas.
La primera ubicación que reveló fue un colectivo de larga distancia. Rincón señaló que sucedió durante un viaje a Mar del Plata y en uno de los asientos semi cama.
El segundo lugar que indicó fue en el baño de una estación de servicio, aunque no dio demasiados detalles al respecto. Por último, también fue en un baño pero en esta ocasión se trató del de un avión. Lo particular de este último encuentro sexual es que tuvo un cómplice, una de las azafatas.
“La tuvimos que sobornar”, confesó la artista, pero después aclaró que al fin y al cabo fue en vano porque podrían haber cometido el acto con mayor discreción. Al final, declaró que ella fue la única que supo al respecto en toda la aeronave.