El colesterol es una grasa necesaria para el organismo que es fabricada también por él, aunque los alimentos también la contienen. Existen dos tipos: HDL, o colesterol bueno y LDL, el malo.
Para que el cuerpo funcione bien es necesario que haya un equilibrio entre los dos, de forma que se puedan evitar problemas cardiovasculares y derrames cerebrales causados por niveles altos de colesterol. La alimentación equilibrada y el ejercicio físico son esenciales para que puedas vivir con salud.
Haz ejercicio
Una de las grandes armas contra el colesterol es la práctica de actividad física regular. Caminar, hacer gimnasia o musculación es esencial para quemar grasas y evitar que estas se acumulen en lugares peligrosos como las arterias.
Evita las carnes rojas
Si sufres de colesterol elevado, debes reducir el consumo de carnes rojas. La vaca o el cerdo, por ejemplo, tienen grasas saturadas que están de más en el cuerpo y aumentan el LDL (colesterol malo).
Piel de pollo
A pesar de que las carnes de aves son buenas y no suelen ser perjudiciales para la salud, la piel de pollo posee grasas que desequilibran los niveles de colesterol. Lo mejor es comer esta carne retirando la piel.
Mantequilla
La mantequilla es otro alimento que posee grasa animal, además de aumentar los niveles de LDL. Este producto reduce incluso el HDL (colesterol malo) y por eso es un gran enemigo del que sufre colesterol.
Yema de huevos
Los huevos son un alimento saludable, pero si tienes el colesterol elevado, la yema puede empeorar el problema. Por eso, debes evitar comer esa parte para que no corras el riesgo de tener problemas cardiovasculares.
Lácteos
Es necesario también tener cuidado con las grasas invisibles. Ellas están presentes en los alimentos y los yogures, leche entera y en algunos quesos. Muchos de ellos poseen demasiadas grasas para el organismo.
Evita fumar
Fumar puede aumentar los niveles de colesterol. ¿Cómo? La nicotina y el monóxido de carbono pueden aumentar el colesterol LDL y disminuir el HDL, haciendo que las arterias sean agredidas y aumentando las probabilidades de almacenar grasa en las vías sanguíneas.
Evita los excesos de alcohol
Como el tabaco, el consumo excesivo de alcohol puede ser terrible para el equilibrio del colesterol. A pesar de que un vaso de vino hace equilibrar los niveles, beber en exceso puede dificultar el trabajo del hígado y aumentar el colesterol malo.
No consumas dulces
Los dulces contienen grandes cantidades de azúcar que, cuando se consumen en exceso, pueden llevarnos a aumentar de peso y desregular nuestros niveles de colesterol.