Desde 1956, se reconoce nacionalmente el trabajo y dedicación que le ponen a su profesión.
El 3 de diciembre se lleva a cabo la celebración del Día del Médico después de que en 1953, el Colegio Médico de Córdoba, avalado por la Confederación Médica Argentina, a través del Profesor Remo Bergoglio, en el Congreso Panamericano celebrado en Dallas (Texas) sugiriera la fecha por el nacimiento del Doctor Carlos Finlay, quien descubrió que la fiebre amarilla se transmite mediante un mosquito llamado Aedes aegypti.
El médico cubano Carlos Juan Finlay Barrés nació el 3 de diciembre de 1833 e hizo un descubrimiento de trascendencia mundial que salvó a millones de personas en todo el mundo, mayoritariamente en América Latina. De ésta forma, evitó la muerte de muchos ciudadanos y quedó marcado en la historia como “el hombre mosquito”, sus críticos comenzaron a llamarlo así pero después fue con un sentido positivo.
Los estudios de Finlay comenzaron en 1965 pero finalmente en 1901 la Junta de la Fiebre Amarilla confirmó y amplió la teoría. Además, en 1902 el pasó a formar parte de un comité de organizador que después tuvo la fundación y establecimiento de la nueva Oficina Sanitaria Internacional, que fue la previa de la OPS (Organización Panamericana de la Salud).
El Día del Médico es una fecha muy importante en el día a día como en el ámbito profesional ya que éstos trabajadores son un eslabón clave en la vida humana, porque sin ellos durante una emergencia médica, no tendríamos a nadie que nos salve. Además, la medicina es una noble profesión que vela por la vida de todos, sin importar religión, género o característica.
“Porta tu bata blanca con orgullo y dignidad, es un honor y un privilegio servirle al público como médico” de Bill H. Warren o la frase “Dichoso el que estudia para aprender, el que estudia para enseñar, pero más quien lo hace para curar”, de una persona anónima que retrató lo que es la profesión de quienes celebran el Día del Médico.