En su último día de gestión, el intendente Reynaldo Fabbroni convocó a los medios para despedirse de “toda la gente que confió en mí a lo largo de estos años, a pesar del resultado adverso de la última elección”.
Recordó que le tocó asumir ante un hecho desgraciado (el asesinato de Raúl Seco Ensina) por lo que debió abocarse a “bajar las tensiones, abrir el diálogo y restablecer los lazos con las instituciones”.
No pudo evitar hacer un resumen de los 11 años de gestión donde “nos preocupamos por desplegar un intenso plan de obras públicas en materia de ripio, pavimento, veredas, iluminación y la ampliación de la red cloacal; siempre con el firme objetivo de mejorar la calidad de vida de los verenses”.
Destacó la puesta en valor del patrimonio histórico, como así también las políticas de inclusión y contención a través de dos áreas que resultaron fundamentales, como la actividad deportiva y cultural, al margen de obras complementarias como las rampas para discapacitados.
Le dedicó un párrafo a la autocrítica al reconocer los propios errores dado que “no todo salió bien, ya sea por factores climáticos o por inflación nos quedaron cosas pendientes”.
“Me hubiera gustado haber sabido explotar mejor la comunicación con la gente y prestarle más atención a las redes sociales”, lamentó.
Pero no obstante remarcó que “dejamos una ciudad mejor que la que recibimos”.
Dijo que la transición fue ordenada y le deseó los mejores augurios de éxito para quien lo sucederá en el cargo, la ingeniera Paula Mitre “porque ello redundará en beneficio de todos los verenses”.
Agradeció a los medios de prensa y al grupo de colaboradores que lo acompañaron en la tarea que le tocó asumir.
En lo personal “sigo siendo un vecino de Vera y vuelvo a mi profesión; en lo político, seguramente, continuaré en el seno de la UCR en una etapa que intenta volver a las fuentes”.
“Muy felices fiestas para todos y hasta siempre”, fue la rúbrica de un mensaje espontáneo, con el estilo pausado de siempre pero con un brillo especial en la mirada.