Al tope de 200 dólares por mes, habrá que adicionarle el impuesto.
“Necesitamos desalentar el ahorro en una divisa que no generamos. Se cobrará un impuesto del 30% a la compra de divisas para atesoramiento, y el 70% de la recaudación de ese impuesto estará destinada a la seguridad social, que fue dañada en estos años”, confirmó Guzmán en conferencia de prensa.
Y el 30% restante “a obras de infraestructura y vivienda”, completó. Y si bien no habló sobre la posibilidad de deducir de Ganancias el recargo del 30%, prácticamente quedó descartado cuando dijo que lo recaudado se destinará a mejorar la situación de los sectores más vulnerables y para avanzar con el gran problema habitacional que sufren los argentinos en su gran mayoría.
Esto es una diferencia con respecto al dólar turista de la segunda gestión de Cristina Kirchner, cuando el recargo era tomado a cuenta del Impuesto a las Ganancias, y quienes estaban alcanzados por ese tributo recibían el reintegro por sus compras en dólares. Quienes no pagaban Ganancias recibieron el reintegro por parte de la AFIP recién en 2016.
Por otra parte, el funcionario confirmó que “no habrá cambios en el cepo cambiario”, que actualmente permite comprar US$200 mensuales.