unque a veces no parezca humano por lo que hace adentro de la cancha, Lionel Messi tiene los problemas cotidianos de cualquier otro mortal. Uno de ellos pasa por… ¡la siesta! El mejor jugador del mundo reveló que las obligaciones de sus hijos Thiago, Mateo y Ciro lo obigaron a interrumpir sus descansos por la tarde.
“Tenemos un ritmo muy marcado, que depende mucho de los chicos. Nosotros terminamos de entrenar, llego a casa para comer rápido, salir a buscarlos al colegio y ya dependemos mucho de ellos. La verdad es que se me cortaron mucho las siestas“, aseguró el crack argentino en una entrevista con La Liga.
A los 32 años, el rosarino de Barcelona sigue como el futbolista más determinante del planeta y en este 2019 ganó su sexto Balón de Oro, pero las responsabilidades de la paternidad le cambiaron la vida en los últimos tiempos. Lo que no cambió fue su rendimiento.