Roberto Firmino marcó el gol de la victoria para los Reds.
Tras haber luchado en semifinales, Liverpool y Flamengo se volvieron a ver las caras 38 años después de su primer y único partido oficial, donde los de Rio de Janeiro aplastaron 3 a 0 a los de Inglaterra para llevarse la Copa Intercontinental. Ahora, en Qatar, llegó la venganza en un partido apasionante.
En un primer tiempo de alto vuelo, los de Klopp se levaron por delante su rival y contaron con chances claras en los pies de Firmino y Mané, que erraron sus disparos, lentamente, el juego que llevó al Mengao a esa instancia empezó a aparecer en los pies de Bruno Henrique por la izquierda del ataque.
Ya en la segunda parte, después de unos 45 minutos que ilusionaron a los 10.000 brasileros presentes en Doha, Alisson empezó a ser importante para Liverpool, que no se encontraba en el campo de juego y sufría los ataques, hasta que los espacios empezaron a aparecer con el delantero brasilero de los “Reds” que estalló el palo de un remate.
Sobre el final, se vivió un momento de tensión absoluta. Mané se iba mano a mano y desde atrás Rafinha se tiró de atrás y evitó la comodidad del rival, con una jugada que parecía que era penal a los 90 minutos de juego. Cobrado por el juez, el VAR tuvo una participación correcta y decretó que no pasó nada.
Habiendo forzado el suplementario, Flamengo se encontró realizado pero fue por todo. Sin embargo, el desgaste empezó a pasar factura y a los 99 se terminó de abrir el partido. Henderson puso a correr a Mané entre los centrales y el senegalés le sirvió el gol a Firmino que se tomó su tiempo para anotar.
Ya en el segundo tiempo, el campeón de América tuvo que salir a buscar el empate y dejó espacios que no pudieron ser aprovechados por Liverpool, e incluso tuvo una chance muy clara con Lincoln a los 118, pero la tiró por encima del travesaño.
Sin tiempo para más, los ingleses se consagraron por primera vez campeones del mundo tras dos oportunidades desperdiciadas, y se quedó con la única competencia que no había ganado en su historia, para completar las vitrinas de Anfield Road.