A dos días del inicio del cambio de Gobierno, el presidente saliente Mauricio Macri y el mandatario electo Alberto Férnandez coincidieron en la mañana de este domingo, en una misa “Por la Unidad y la Paz” llevada a cabo por la Iglesia católica en la Basílica de Luján en el marco del Día de la Inmaculada Concepción de María.
Esta ceremonia representó la última actividad oficial previa a la ceremonia de asunción ante la Asamblea Legislativa del Congreso el martes próximo.
Alrededor de las 11.10, el Monseñor Scheinig inició el acto religioso con una homilía en conmemoración del día de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.
En un fuerte mensaje, el referente religioso hizo hincapié en la necesidad de mantener el diálogo y hasta hizo referencia a la tensión que se vive en diferentes países vecinos de Latinoamérica:
“Todos somos conscientes que lo que viene, lo que ya estamos viviendo en el mundo, en nuestra América Latina, no es fácil y para seguir construyendo esta Nación bendita necesitamos de todos. Nadie sobra en esta construcción. Si alguien o algunos viven tomados por el resentimiento y el odio, corremos el riesgo de estar siendo funcionales a intereses que ciertamente no buscan el Bien Común de la Nación y estaremos arriesgando gravemente el futuro de las siguientes generaciones (…) Necesitamos promover una Cultura del Encuentro. Necesitamos escucharnos y volver a dialogar todas las veces que sea necesario”, expresó.
Y agregó en otro tramo del discurso: “Debemos hacer todo lo posible por resistir y no caer en la tentación de querer destruir al otro. En la Patria, el otro es mi hermana, es mi hermano”.