El ministro de Salud de de Santa Fe, Carlos Parola, confirmó que la droga para el aborto legal seguirá haciéndose en el LIF y que buscan ser proveedores de Nación y provincias, pero para eso aún falta un permiso. Ginés González había anunciado que iba a promover la producción pública.
El ministro de Salud de Santa Fe, Carlos Parola, confirmó al diario El Ciudadano que el gobierno provincial mantendrá la fabricación de misoprostol, la droga considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un medicamento esencial para un aborto seguro y ambulatorio. El fármaco es producido por el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) Sociedad del Estado de Santa Fe y en septiembre de este año llegó por primera vez a los centros de salud y hospitales de la provincia. Este martes su par a nivel nacional, Ginés González García, había dicho que desde la cartera de Salud iban a promover la producción pública de misoprostol como la del LIF. Como respuesta, Parola se comprometió a agilizar los trámites para que el producto santafesino tenga alcance nacional. Es que por ahora sólo puede distribuirse en territorio santafesino y necesita de una autorización de la Anmat para llegar a todo el país. También se refirió a la adhesión al protocolo de Interrupción Voluntaria del Embarazo (ILE).
¿Van a continuar con la fabricación de misoprostol del LIF y con los permisos para que pueda ser distribuido a nivel nacional?
La respuesta categórica es sí. Todavía tenemos que cumplimentar algunos aspectos legales para que nos autoricen a llevar el producto fuera de la provincia de Santa Fe. Queremos ser proveedores a nivel nacional, no sólo de esta droga sino de otros medicamentos. Este producto particular todavía no está autorizado a salir fuera de la provincia, pero el trámite está iniciado y vamos a buscar agilizarlo. Doy por descontado que lo vamos a lograr.
¿Van a pedir a Nación que dé prioridad al misoprostol santafesino para abastecer a la salud pública nacional?
Vamos a pedir que nos compren todos los productos que puedan y fabricamos, incluido el misoprostol. Es parte del sustento y la fortaleza que le queremos dar a nuestro laboratorio de fármacos –la planta del LIF produce más de 40 medicamentos genéricos–.
La semana pasada anunció que la provincia adherirá al protocolo del ILE ¿Cuál es la situación en la provincia en relación a la aplicación?
Sí, vamos a adherir y el desafío es que llegue a toda la provincia por igual. En Santa Fe tenemos algunas ciudades como Rosario y un poco en Santa Fe y Rafaela en las que se logra garantizar, pero hay otros puntos de la provincia donde los objetores de conciencia han sido mayoría y donde hay dificultades para la aplicación. Vamos a trabajar para encontrar la forma de dar los mismos derechos en todo el territorio. Es amplia la zona que no tenemos cubierta todavía y ahí es donde tenemos que trabajar con más fuerza.
¿Cómo piensan trabajar en relación a la objeción de conciencia?
Respetando a quienes la tienen pero también rescatando a aquellos profesionales que no teniéndola se ven frenados en dar derechos por aquellos que son objetores. El desafío es ese. Creemos que hay profesionales que no teniendo una opinión tan firme han adherido a la objeción y que se puede volcar a dar las garantías del acceso a la ILE.
Continuidad
El misoprostol del LIF había sido una política anunciada por la gestión socialista y con el cambio de gobierno había dudas sobre la continuidad, que Parola buscó despejar.
La del LIF es la primera producción pública del país y es de distribución gratuita, no para venta en farmacias. Abarca los formatos oral y vaginal. Fabricar los primeros 2 lotes tuvo un costo de 73 pesos por comprimido, un 80 por ciento menos del valor de los productos comerciales de laboratorios privados.
En septiembre llegó por primera vez a centros de salud y hospitales de la provincia. Por ahora está disponible sólo en Santa Fe, pero podrá llegar a otras provincias si obtiene una autorización de la Anmat o si el Ministerio de Salud nacional aprueba la venta de Santa Fe a Nación u otras provincias. Desde el anuncio de la fabricación, diferentes gobiernos provinciales se mostraron interesados en comprarle a Santa Fe. Hasta ahora, el resto de las provincias que garantiza ILE debe comprarlo a los laboratorios privados.
El laboratorio santafesino ya tiene producido un stock de 170.000 comprimidos, que supera 7 u 8 veces lo que consume anualmente la provincia.
Acceso en farmacias
En el país hay dos productos de venta comercial, que son los mismos que los Estados compran para distribuir en la salud pública. Son fabricados por los laboratorios privados Beta y Domínguez.
Beta hace el Oxaprost combinado con diclofenac y no está indicado para interrumpir el embarazo sino para problemas gástricos. La caja llega a valer 7.800 pesos y hasta 2018 era la única droga disponible. A mediados de ese año Domínguez fue autorizado a hacer la droga y por primera vez la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) reconoció el uso ginecológico. A diferencia del Oxaprost, el que hacen en Domínguez, llamado Misop, es misoprostol puro y vale 5.200 pesos.
Para acceder es necesaria una doble receta archivada, tanto en la salud pública como privada.
Acceso a la ILE
En Argentina el aborto no es completamente ilegal. Desde 1921 está despenalizado por causales de violación y riesgo de salud. En 2012 el fallo FAL de la Corte Suprema reafirmó esas causales y solicitó al Poder Ejecutivo la elaboración de un protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE). La última actualización fue la resolución número uno de la gestión de Ginés González García, después de la polémica que se generó en las últimas semanas del gobierno de Mauricio Macri, que lo dio de baja a 24horas de actualizarlo.
El protocolo ILE obliga a los Estados municipal, provincial y nacional a garantizar el acceso a los abortos que son legales con los mejores métodos. El misoporstol aparece entre ellos. Aun así en gran parte de las provincias no hay acceso en la salud pública y las personas gestantes deben comprarlo en las farmacias. En Mendoza ni siquiera está garantizado ese derecho: la venta en farmacias está prohibida.
Santa Fe es una de las provincias que en los últimos años garantizó el protocolo de ILE con provisión de misoprostol. Lo receta desde 2013 y lo distribuye de manera gratuita en hospitales y centros de salud. Rosario empezó a hacerlo un año antes. Las causales de aborto no punible se venían aplicando con un criterio de ampliación de derechos, entendiendo a la salud como física, psíquica, emocional y social, tal como sostienen en la OMS. En sus primeros días de gestión, Parola dijo que continuará con la aplicación.
En la salud pública incorporar el misoporstol significó un descenso de 98 por ciento de las internaciones por complicaciones ligadas a abortos. Hasta 2012 las mujeres llegaban los hospitales con abortos incompletos y tenían un 80 por ciento de posibilidades de morir. Desde que recetan misoprostol en Rosario no hubo más muertes por abortos clandestinos. El medicamento bajó los riesgos, los costos de internación y llevó a la mortalidad cero.
¿Qué es el misoprostol?
El misoprostol es una es prostaglandina que no se acumula en el cuerpo ni afecta la fertilidad. La OMS lo declaró un medicamento esencial para hacer un aborto seguro y ambulatorio hasta la semana 12 de embarazo. Tomar 12 pastillas en tres dosis genera contracciones en el útero provocando una interrupción de la gestación. La efectividad es del 90 por ciento. En gran parte de los países donde el aborto es legal es usado pero combinado con otra droga: la mifepristona. Juntos alcanzan un 99 por ciento de efectividad.
Entre los métodos para abortar, el misoprostol es considerado uno de los más seguros porque permite hacer la práctica de manera ambulatoria. Significa que no es necesaria la internación y que la persona gestante puede elegir el momento y el lugar sin pasar por un quirófano como pasa con el raspaje, un método que requiere anestesia total y que la OMS recomienda no usar desde 2002, aunque en Argentina muchos médicos y médicas aún lo usan. El otro método seguro es la Aspiración Manual Endouterina (Ameu), que tampoco necesita internación y se hace con anestesia local.