“El ascenso de Skywalker” que se estrena hoy viene a sellar la suerte del clan luego de los sucesos de “El despertar de la fuerza”.
J.J. Abrams sabe lo que los espectadores piensan de él. “Nunca he sido genial con los finales”, dice el cineasta, a pocas horas de entregar la versión final de “Star Wars: El ascenso de Skywalker”. Un poco dubitativo, Abrams agrega, “de hecho no creo que sea bueno en algo, pero sé cómo iniciar una historia. Culminarla es difícil”.
Esta es una confesión peculiar, tras haber dirigido y coescrito la película de “Star Wars” que hoy, en su estreno, promete ser la entrega final de una narrativa de nueve películas sobre el clan Skywalker. Los cinéfilos ya han visto caer la cortina en esta saga dos veces: con “El retorno del Jedi”, en 1983, que concluyó con Luke Skywalker y sus aliados aparentemente victoriosos sobre el imperio, y nuevamente en 2005, con “La venganza de los Sith”, que siguió los últimos pasos del padre de Luke, Anakin, en su camino por el lado oscuro para convertirse en Darth Vader.