De acuerdo con lo que explicó el Gobierno, los que sobreviven a las llamas tienen dificultades para conseguir sustento porque la tierra queda arrasada.
Los devastadores incendios que afectan a Australia generan múltiples secuelas y, entre ellas, más de un millón de animales murió por las llamas sin control, y los que sobreviven sufren dificultades para conseguir alimentos. Es así que el Gobierno tomó cartas en el asunto.
De este modo, se arrojaron varias toneladas de zanahorias y de batatas desde helicópteros en las zonas afectadas por el siniestro.
Se trata de una actividad implementada por el Gobierno australiano bajo el nombre Operation Rock Wallaby, que busca ayudar a los ualabíes.
Medios locales publicaron un video en el que se ve cómo los trabajadores suben varios cajones cargados de zanahorias a un helicóptero, y después los vacían desde lo alto. En las imágenes también se ve como algunos animales comienzan a alimentarse con las hortalizas.