Luego que el gobierno nacional decrete un aumento de $4.000 en dos cuotas para los trabajadores privados y estatales, desde CAME alertan los problemas para pagarlo.
El presidente Alberto Fernández decretó el domingo pasado un aumento para los trabajadores privados y estatales de todo el país de $4.000. La suma está dividida en dos cuotas, $3.000 con el salario de enero y $1.000 con el de febrero. La cifra no es un bono sino que se descontará de futuras negociaciones paritarias.
Al respecto, Roberto Slobodianiuk, referente de CAME Santa Fe, planteó que es una forma de ver el lado optimista la preocupación del gobierno para recomponer el salario, “desde CAME vemos que debería ser diferencial por región y tamaño de empresa. No es lo mismo el sector textil que el aceitero y tampoco el comercio de la capital con el del interior profundo”, plantean.
El problema no es el aumento decretado, sino que anuncian los aumentos ya pactados que todavía no se concretaron. “Tenemos dos cuotas pendientes del bono decretado por Macri (eran cinco cuotas de mil pesos y quedan dos), debemos abonar vacaciones, algunos aguinaldos pendientes y en el sector se aplicarán dos aumentos de 4,5% en enero y marzo a cuenta de paritarias de abril 2019″.
A la masa monetaria que deberán erogar se le suma la recomposición de $4.000 anunciada por Alberto Fernández.
Slobodianiuk reconoce que la suma “es poca para el asalariado, pero es mucho para la pyme que afronta los anuncios gubernamentales. Para las empresas que tienen entre 8 y 10 empleados, la cifra es categórica”.
Pese a que no saben cómo afrontarán el pago, desde CAME reconocen que “no imponen cargas patronales y que estiran las moratorias a 10 años con bajos intereses, son señales del gobierno”.
Roberto Slobodianiuk en Radio EME: