La Consultora Ecolatina publicó un análisis respecto a los salarios durante 2018 y 2019. También evaluó el impacto del fenómeno en el consumo.
El salario real se contrajo en promedio 6,3% durante 2018 y arrojará una reducción que rondará más del 8% en 2019, a causa de una inflación por encima de los pronósticos, de acuerdo con lo que informó la consultora Ecolatina.
A su vez, el poder adquisitivo de los trabajadores registrados (-6,2% en 2018 y -8% en 2019) fue menor que el de los informales (-6,3% y -13%), siendo que los incluyen las paritarias.
Mientras tanto, los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y los jubilados se vieron un poco menos afectados (en torno al 5% en 2018 y casi 2% en 2019).
En un plano más analítico, el relevamiento de Ecolatina apuntó que la baja del salario real en los últimos dos años fue uno de los motivos de la derrota de Cambiemos en las elecciones pasadas.
Las turbulencias cambiarias de 2018 -que tuvieron su pico en abril y agosto-, así como la depreciación del peso tras el resultado de las PASO, fueron factores que aceleraron la inflación.
A su vez, la consultora argumentó que si bien durante los últimos años se aplicaron las cláusulas gatillo, el incremento salarial terminó “corriendo detrás del alza de los precios”.
En detalle, los trabajadores del sector textil y del calzado -uno de los más afectados por la recesión-, mostraron el peor desempeño durante 2019, aunque también gremios más amplios como Comercio o Construcción, también sufrieron una caída del poder adquisitivo.
En el mejor de los casos se encuentran los encargados de edificios, que a través de sucesivos ajustes mensuales lograron, en varios meses, ganarle a la inflación.
Pero al margen de la situación de cada gremio, la merma de los ingresos reales tuvo su impacto en el consumo, el cual acumula una caída mayor al 10% (en términos desestacionalizados) desde el pico del primer trimestre de 2018.
Para Ecolatina, la sostenida depresión de la demanda interna es uno de los factores que demora la recuperación de la actividad.
En este marco, cobra relevancia el plan para “poner plata en el bolsillo de la gente (de menores ingresos)”, que no sólo fue una plataforma electoral del oficialismo, sino que es necesario para frenar la caída del consumo.
En ese sentido, la consultora destacó los bonos para jubilados y beneficiarios de planes sociales, los aumentos a cuenta para privados y estatales, así como el lanzamiento de la Tarjeta Alimentaria.
En ese sentido, el estudio evalúa que la lógica del Gobierno es que la transferencia de recursos a los sectores más bajos dinamizará su consumo en los primeros meses del año.
La mayor incógnita, de acuerdo con Ecolatina, es acerca del efecto neto de esta política de ingresos.