El conductor de El Trece estrenó escenografía en su nuevo ciclo de entretenimientos, que conservó algunos formatos de sus programas anteriores
Los programas de entretenimientos a cargo de Guido Kaczka ya son un clásico en la televisión argentina. Por eso, a poco de haber finalizado con Otra noche familiar, este lunes el conductor volvió a la pantalla de El Trece con Bienvenidos a Bordo, un ciclo que mezcla algunos de los segmentos más divertidos a los que su público ya está acostumbrado. Pero deslumbró con una mega escenografía que incluyó hasta un avión en el medio del estudio.
Así, con el pretexto de ganar viajes a Europa y dinero en efectivo, entre otros premios, los participantes que se anotaron en la página del canal llegan dispuestos a pasar un momento divertido. Están las clásicas Puertas, en este caso, de Los Parecidos Famosos, Las rodillas, La memoria y El Movimiento. Y la primera utilizada por Guido fue la que busca a los que se asemejan a personajes conocidos. ¿Quién ganó? Un joven paraguayo llamado Joshuá Hansen, quien aseguraba ser igual al personaje de El Profesor que interpreta Alvaro Morte en La casa de Papel, la exitosa serie de Netflix, y pasó directamente a la final.
Nacido en Asunción, a mediados del año el muchacho en cuestión le había dado una nota a Teleshow en la que contaba que, a raíz del éxito de la serie española y después de que alguien le marcara su parecido con Morte al descubrirlo de casualidad en una peña, había decido ganarse la vida imitando a El Profesor en distintos eventos
Después de este segmento, el conductor se trasladó a El depósito de combustible, dónde comenzó el clásico de preguntas y respuestas que Kaczka ya venía presentando en su ciclo anterior, en el que si un participante contesta mal su pareja cae. Solo que, en esta oportunidad, en lugar de caer en el “Pantano”, quien pierde termina cayendo en una pileta con una sustancia que emula ser nafta. Y para ello, si la persona así lo requiere, la producción le proporciona una vestimenta especial.
“Los juegos con una excusa para el encuentro con el participante, eso es lo que me resulta atractivo y lo que a la gente le entretiene. Hay algo auténtico que sale del participante y de mí, que tiene que ver con el encuentro en sí mismo. Hago los programas pensando más en esa relación que en lo que se ve del juego en sí”, confesó Guido días atrás en diálogo exclusivo con Teleshow.
Y destacó que estos ciclos “son programas familiares en varios sentidos”. “Primero porque genera la reunión de la familia que lo mira, y segundo por esta cuestión de cercanía y empatía, es como un jugo de diversión que se podría dar en una reunión con amigos”, explico.