Redes sociales, teléfonos y consolas que prometieron más de lo que hicieron. Ni un gigante como Google se salvó del muerto en el placard.
Parece que fue ayer cuando todos queríamos un BlackBerry para mensajear “gratis”. Sin embargo, pasaron unos 10 años de lo que ahora es una anécdota más del montón. Entre 2010 y 2019 hubo algunos fracasos tecnológicos que sus creadores quieren olvidar tanto como nosotros.
10. ¿El precursor de las historias?
Videos cortos, fugaces y con destino viral. Vine era la app que más crecía por 2013, pero dejó de ser fuente de memes, y las exigencias de su formato lo condujeron a la muerte. Tampoco terminó de encajar con Twitter, por lo que la compañía le puso fin en 2017.
9. Consolas portátiles
La PlayStation Vita y la Wii U enamoraron a sus jugadores, pero la gloria fue fugaz. Siempre vivieron a la sombra de sus predecesoras móviles y su potencial nunca fue aprovechado al máximo. Calificarlas de “fracasos” es un poco injusto, pero recientemente la Switch logró cifras admirables (41 millones) con una propuesta más definida e interesante.
8. Volver al… pasado
Parecía que “Volver al futuro” era una realidad, pero no. Corría el 2015 y el hoverboard (o patineta eléctrica) era el regalo favorito para Navidad. Pero nunca levitó, apenas se deslizaba más rápido que un coche para bebés y nadie quería ser víctima de burlas rumbo al trabajo. Sin mencionar que hubo reportes de explosiones y accidentes graves por caídas.
7. La red social que no fue
Pese a su poderío indiscutido, Google no es alérgico al fracaso. Google + debutó en 2011 con un diseño similar al de Facebook, pero fue mutando de acuerdo a las demandas de los pocos usuarios que la frecuentaban.
No es que tuvo que remarla desde abajo como sus competidores: tener Gmail habilitaba la creación de un perfil. Claro que otra cosa era el tiempo de uso y actividad. En enero de 2018, un reporte de ComScore reveló que los usuarios pasaban apenas tres minutos al mes en Google+, mientras que en Facebook, siete horas y media. El final llegó en abril de 2019, en medio de acusaciones por fuga de datos.
6. Tercero en discordia
El sistema operativo de Microsoft tenía todo para “democratizar” el mercado y quitarle cuota a Android. Era intuitivo, estable y, quizás, el más atractivo estéticamente. Hasta tenía conexión directa con la versión de escritorio. Pero costó convencer a desarrolladores para sumar sus aplicaciones y los beneficios frente a los dos rivales eran escasos. En 2015 fue discontinuado. Tres fracasos más de Bill Gates: Windows 8, Zune y Windows RT (tabletas).
5. Caída en picada
A inicios de la década todos querían un BlackBerry. Y para 2012, la empresa contaba 80 millones de usuarios registrados. Pero la expansión de Android y la solidez alcanzada por el iPhone 4S pulverizaron a los icónicos equipos con el teclado Qwerty.
En lugar de centrarse en sus puntos fuertes, BlackBerry lanzó una serie alarmante e inexplicable de productos equivocados: la tableta PlayBook, el desastroso sistema operativo BlackBerry 10 y el teclado físico en el Priv con Android.
4. 3D en casa
Con el furor de “Avatar” y la expansión del 3D en los cines, los televisores LED adoptaron un proceso que permitía crear la ilusión de profundidad con lentes incluidos. Pero su efecto en los usuarios era tan artificial como en su valoración: Samsung, LG y Sony dejaron de fabricar los TV en 2016. Según la consultora NPD Group, solo el 8% de las ventas era por 3D.
3. Muy distópico
En 2012, Google presentó sus Glass, una experiencia de realidad aumentada adelantada a su época que costaba 1.500 dólares. La propuesta nunca enamoró al gran público, aunque sigue desarrollándose para entornos laborales.
Decían que los lentes cambiarían el mundo, pero lo asustaron. Varios usuarios se mostraron preocupados por los riesgos de una cámara que los observaba cual Big Brother en cualquier momento. Y convengamos que nadie se animaba a andar por la calle con semejante tecnología.
2. Bomba a bordo
El Note 7 tenía su nicho consolidado y hasta lo destacaron como el mejor de su generación. Pero, literalmente, era una bomba en los bolsillos. Tras lanzarse en 2016, las baterías comenzaron a fallar y explotar. Samsung decidió reemplazar unos 2 millones de Galaxy Fold antes de dictar la discontinuidad, pero el miedo siguió latente. Hasta las aerolíneas llevaron carteles de prohibición de traslado de Note 7.
1. El teléfono de Amazon
Su software lució horrible, el precio fue exagerado y generó pérdidas de 170 millones de dólares. Por 2016, el Fire Phone llegó a venderse a 59 dólares y ni así despertó interés. Menos mal que la prioridad de Jeff Bezos es volar al espacio.