En Queensland, Australia, dos amigos salieron a pescar como hacían todas las semanas. Sólo con cañas en mano, Steven Jameson, preparaba el anzuelo cuando algo picó rápido y comenzó a tirar fuertemente. Luke McArthur fue tirando de la caña tratando de que la presa no se escapara mientras trataba de discernir qué animal era.
“Apenas me instalé tiró con mucha fuerza y solo pude atinar a tirar mi peso para atrás para contrarrestar esa fuerza. Quería ver lo que era pero no podía por las olas. Mi amigo Steven estaba en la orilla cerca del animal pero no se animaba a agarrarlo sin saber que no fuera peligroso”, contó Luke McArthur.
“Por el peso me di cuenta de que era muy grande y que se podía tratar de un pequeño tiburón”, relató. No es raro en Australia que pequeños tiburones se acerquen a orillas y agarren anzuelos de pescadores que van a playas tranquilas. “En un momento se trabó pero seguía sintiendo fuerza por lo que Steven se acercó para ver si se había enredado con el reel de la caña”, explicó
Al darse cuenta de que no se trataba de un tiburón, Steven tomó al animal y lo llevó hasta la orilla. Fue entonces cuando se dio cuenta que se trataba de un mero gigante. Estos animales puede llegar a medir 3 metros de longitud y superar los 400 kilos. Se encuentran en el Oceano Atlántico en cardúmenes para ahuyentar depredadores solitarios.
“Al darnos cuenta de que era un mero gigante lo llevamos hasta donde el agua llega a los tobillos y le tomamos unas fotos rápido. Ademas de sacarle unas medidas aproximadas, lo dejamos ir. Ese mero vivirá para luchar otro día”, concluyó Steven.