El hombre no invirtió una gran suma de dinero para concretar esta genialidad. Eso sí: él es un experto ingeniero aeroespacial.
Tener una montaña rusa casera, disponible a tiempo completo en el patio de casa, es un sueño posible. Solamente hay que conseguir 450 dólares y los servicios de Paul Gregg, un extravagante y experto ingeniero.
Durante largos años Gregg se desempeñó como ingeniero aeroespacial en la firma Boeing. Es dueño de 29 patentes y recibió varios galardones por sus inventos.
Nuestro amigo se retiró de la actividad profesional hace más de diez años, y ahora usa su conocimiento para agasajar a sus nietos. En este caso, creando una espectacular montaña rusa doméstica.