El último fin de semana el intendente de Felipe Yofré, Leonardo Aguirre, volvió de una fiesta familiar a las 2.30 am y se encontró con que había alguien adentro de su casa: las puertas estaban abiertas, adentro todo revuelto y faltaba plata. El jefe comunal fue directo a su escritorio y encontró a un adolescente que lo primero que le dijo fue que lo estaban persiguiendo.
“¿Quién te va a perseguir acá?”, le respondió el intendente de Felipe Yofré, una localidad de 2.200 habitantes y que tiene cerca de 20 policías. Aguirre lo redujo y, de la rabia que tenía, le dio cintazos en la espalda al joven de 16 años que reconoció como compañero de escuela de su hija.
El intendente sostuvo que los cintazos los “tendría que haber recibido desde chico para la buena educación” y apuntó luego contra la impunidad: “A las 4.15 terminé de hacer la denuncia y a las 5 de la mañana estaba en el baile que tenemos cerca. Me dijeron los policías que no podían hacer nada porque no los protegen las autoridades mayores”.
Aguirre admitió que no midió las consecuencias y que pudo haber tenido un arma el delincuente, a cuyos padres conoce, uno detenido por violación. “Entró a mi casa porque la conocía muy bien porque venía a hacer trabajos prácticos con mi hija”, contó el intendente y aseguró que nunca vivió una situación así, que la localidad “es muy tranquila y nunca pasa nada”. Sin embargo, remarcó que en los últimos meses hubo episodios de inseguridad por jóvenes que llegan del Conurbano bonaerense.
“Si entran a la casa del intendente a robar, qué esperamos para los demás vecinos”, concluyó Aguirre.